Informe revela lenta adopción de políticas sobre tabaco, alcohol y alimentos chatarra, en lo que los países pobres con democracias débiles están más rezagados y necesitan apoyo. En Latinoamérica, Nicaragua y Haití están a la zaga de políticas las recomendadas. Chile y Costa Rica ocupan primeros lugares.
El consumo de alcohol y tabaco está contribuyendo al número creciente de personas con enfermedades no transmisibles en todo el mundo.
Los países más pobres del mundo no están implementando políticas de salud pública sobre el tabaco, el alcohol y los alimentos no saludables, en parte como resultado de la influencia comercial, según una investigación internacional publicada en The Lancet Global Health, que abarcó más de 190 países.
En 2020 solo un tercio de las 19 políticas respaldadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 2013 para hacer frente a las enfermedades no transmisibles (ENT) (como diabetes, cáncer, enfermedades cardiovasculares, entre otras), ha sido implementada de manera completa en el mundo, revela el estudio.
Estas políticas incluyen aumentar los impuestos al tabaco, limitar la publicidad sobre el alcohol, reformular los productos alimenticios con menos sal, grasa y azúcar y dar tratamiento para la diabetes y la hipertensión, entre otras.
Según el estudio realizado por investigadores (as) de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (LSHTM, por sus siglas en inglés), el Karolinska Institutet de Suecia y la Universidad Bilkent de Turquía, la inadecuada implementación de políticas se da sobre todo en países pobres y menos democráticos y aquellos que enfrentan fuertes influencias corporativas como resultado de la corrupción o el favoritismo político.
Los (as) expertos (as) evaluaron la implementación de 19 políticas de ENT recomendadas por la OMS en 194 países en informes publicados en 2015, 2017 y 2020.
Las enfermedades no transmisibles (ENT) matan a 41 millones de personas anualmente en el mundo, según la OMS, y afectan de manera desproporcionada a personas en países de ingresos bajos y medianos, donde ocurren más de las tres cuartas partes de las muertes por ENT a nivel mundial (31,4 millones).
A nivel mundial, el tabaco provoca más de 7,2 millones de muertes cada año, según cifras de la OMS. Más de la mitad de los 3,3 millones de muertes que se producen anualmente como consecuencia del consumo de alcohol, son por enfermedades como el cáncer, mientras que la ingesta excesiva de sal o sodio provoca la muerte de 4,1 millones de personas anualmente, según el Organismo.
El estudio halló que Noruega y Turquía son los países que han implementado más las políticas recomendadas. Al observar América Latina, en los primeros puestos del "ranking" mundial se ubican Chile y Costa Rica; a media tabla está la mayoría de los países de la Región, y hacia el final Nicaragua y Haití.
Luke Allen, investigador de LSHTM, dijo que el estudio “muestra que la implementación de estas políticas que salvan vidas tiende a ser más baja en los países más pobres del mundo”.
Según Allen, los países en desarrollo también suelen tener democracias más débiles y una mayor exposición a la “penetración empresarial” o a su influencia. “Sabemos que estos factores están asociados con una formulación de políticas más débil para las enfermedades crónicas”, agregó.
La implementación fue más baja para las políticas relacionadas con el alcohol, el tabaco y los alimentos no saludables, según el estudio, especialmente en los países de bajos ingresos y menos democráticos.
Así, en África los (as) investigadores (as) hallaron que en 2020 la implementación de políticas de ENT fue sustancialmente baja en países como Guinea Ecuatorial, donde solo se implementó parcialmente una política, Guinea Bissau (dos políticas implementadas parcialmente) y Sierra Leona (dos políticas implementadas parcialmente).
En Asia Suvadip Chakrabarti, oncólogo quirúrgico consultor del Apollo Cancer Center en Kolkata, India, dijo a SciDev.Net que en los países en desarrollo, especialmente India, las leyes sobre publicidad de alcohol y tabaco son débiles.
“India es el tercer productor y el segundo consumidor de productos de tabaco”, dijo Chakrabarti. “Al mismo tiempo, hemos alcanzado el primer lugar [en términos de] cánceres relacionados con el tabaco en todo el mundo”, lamentó.
En América Latina, en relación con el control de tabaco, “se ha dado a conocer que en el período 2020-2021 se ha deteriorado el Índice de Interferencia de la Industria Tabacalera (IT), desarrollado por la Organización STOP del Reino Unido, y aplicada en colaboración con múltiples ONG en diferentes países”, detalló a SciDev.Net Laura Llambí, profesora y coordinadora de la Unidad de Tabaquismo de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República (Uruguay).
Este índice documenta “la influencia que poseen las corporaciones en las políticas públicas de salud”, agregó. “Es decir que ha aumentado la interferencia de la IT en varios países de la Región como Perú, Uruguay y Argentina. La transparencia y la declaración de conflictos de interés de los diferentes actores (as) gubernamentales debe ser exigida más allá del sector salud, y también se debe promover en funcionarios (as) de los ministerios de economía, industria, relaciones exteriores y ambiente”, opinó.
En efecto, en el estudio (que destaca el impacto de la influencia empresarial en la implementación de políticas de ENT en varios países), los (as) investigadores (as) observan que “[las empresas] influyen en los procesos de formulación de políticas en países en los que están profundamente arraigadas en el tejido de la sociedad, independientemente de si realmente ejercen su poder”.
“Los efectos beneficiosos de la democracia en la formulación de políticas sobre ENT solo se mantienen en países donde la influencia corporativa está controlada”, dijeron.
Allen cree que dado que los países de ingresos bajos y medianos están experimentando los aumentos más pronunciados de trastornos como obesidad, ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares, cánceres, enfermedades pulmonares crónicas y diabetes, existe una necesidad urgente de contrarrestar los intereses comerciales y políticos creados, que según él, compiten por socavar la formulación de políticas saludables.
Para Llambí, el estudio es valioso al llamar la atención sobre aspectos socioeconómicos y corporativos que pueden dar una explicación sobre la brecha entre la realidad y las buenas prácticas o la implementación de políticas.
Este artículo fue producido por la oficina de SciDev.Net Global con reporteo adicional de América Latina.
El estudio fue realizado por la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (LSHTM), el Karolinska Institutet de Suecia y la Universidad Bilkent de Turquía,