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Proponen política de gestión baja en carbono para la UCR

César A. Parral
4. 04. 14

El Dr. Henning Jensen Pennington (centro), rector de la UCR, y otras autoridades universitarias,  participaron en el proyecto de siembra de árboles en el Campus Rodrigo Facio el año pasado.

Una de las subcomisiones de trabajo sobre vínculo universidad sociedad del VII Congreso Universitario acordó recomendar al Consejo Universitario la aprobación de una política de gestión baja en carbono neutro en la Universidad de Costa Rica (UCR9.

Esta propuesta fue presentada por la Comisión Institucional de Carbono Neutralidad de la UCR y avalada por los congresistas el 24 de marzo del 2014 en el auditorio de la Ciudad de la Investigación.

En caso de que sea ratificada, la UCR deberá medir anualmente su huella de carbono, mantener un sistema de información público, transparente y confiable que cuantifique las emisiones.

Además identificará y promoverá las maneras de reducir sus emisiones, fomentará la participación de todos los sectores de la Universidad en la búsqueda de alternativas y soluciones y promoverá la captura de carbono por medio del manejo adecuado de sus recursos.

Equilibrio natural

La mayoría de los seres vivos exhalan CO2 al respirar. Al mismo tiempo, las plantas verdes usan CO2 en el proceso natural de transformación de la energía. Al absorber dióxido de carbono, las plantas verdes y los océanos ayudan a mantener un equilibrio natural de los gases de efecto invernadero en la atmósfera.

Sin embargo, las actividades económicas de las sociedades también producen CO2. La fuente principal de este gas es el uso de combustibles fósiles, aunque también se produce por la descomposición de residuos. Se estima que este gas genera más de 60% del calentamiento causado por los seres humanos y permanece en la atmósfera un promedio de 50 a 200 años.

De acuerdo con los proponentes,  existe suficiente evidencia científica para concluir que hay más del 90% de probabilidades de que la mayor parte del calentamiento global ocurrido durante los últimos 50 años, se debe a emisiones de gases de efecto invernadero que atrapan el calor y que han sido causadas por humanos. Este calentamiento produce cambios en los patrones del clima.

Hacia el carbono neutro

Desde finales del 2011 el Consejo Universitario expresó la aspiración de que nuestra universidad llegue a la neutralidad en su huella de carbono. Más allá de un compromiso adquirido por el país, es el reflejo de la consciencia de la universidad para la búsqueda de modelos de desarrollo que reduzcan su huella ecológica y de carbono.

Carbono neutralidad es lo mismo que tener huella de carbono cero. Quiere decir que hay un balance entre nuestras emisiones y la capacidad de absorberlas. El proceso para lograr la neutralidad de carbono consiste en al menos seis pasos clave: compromiso; contar y analizar;  acción; reducción; compensación; y  evaluación y repetición.

A partir del 2012 un grupo de investigadores y representantes de las vicerrectorías de la UCR dedicaron parte de su tiempo a la medición de nuestras emisiones de carbono en temas clave tales como manejo de residuos, viajes de funcionarios, aguas residuales, consumo de combustibles fósiles y de electricidad.

Unidades académicas han realizado seminarios sobre carbono y funcionarios han asumido como propio el monitoreo del consumo de energía y materiales. Catedráticos miden el impacto de la huella de sus viajes y compensan sembrando árboles. Y cientos de estudiantes han participado en la iniciativa “Mide tu Huella”. Aún falta camino por recorrer, pero la seriedad de este esfuerzo hizo que el programa de Cambio Climático de Cooperación Alemana eligiera a la UCR como uno de sus aliados en la búsqueda de modelos de la neutralidad en carbono.

El mejoramiento de medidores, siembra de árboles, promoción del uso de bicicletas, criterios sostenibles en nuevas construcciones, son todas acciones concebidas con el deseo de mejorar la gestión de los recursos financieros, devolverle humanidad al campus, mejorar la calidad de vida.

Según manifestó la Dra. Giselle Lutz Cruz, profesora e investigadora de la Escuela de Química y una de las ponentes, dijo que es este apoyo a la iniciativa es muy importante, porque aunque la UCR ya ha venido trabajando esta materia,  crear una política  le daría más fuerza a la iniciativa.

Según dijo, una de las tareas inmediatas es sensibilizar a la comunidad universitaria. “Tenemos que involucrar a todas las sedes universitarias para que la UCR sea un ejemplo a nivel nacional”, agregó.