Ciencia en el mundo

Los genes deciden si la infección mata o cursa asintomática

Madri+d
28. 04. 20

Se intensifican los estudios genéticos para determinar por qué la enfermedad del coronavirus puede acabar derivando en casos críticos en algunos pacientes totalmente sanos

Los resultados  de esta investigación podrían ayudar a prevenir infecciones graves y a descubrir potenciales tratamientos y dianas moleculares, como la ansiada vacuna. (Foto G.I.)

Si algo atormenta a quienes están en primera línea de la lucha contra el coronavirus es la impotencia de ver cómo un cuadro clínico controlado puede empeorar en cuestión de horas y llevar a un paciente a la UCI. En estos pocos meses de convivencia con el Covid-19 se ha ratificado que la gente mayor y los ciudadanos con patologías de base tienen más predisposición a agravar si se contagian, pero sigue siendo una incógnita cómo perfiles de todo tipo, y sean o no sanos, pueden llegar a desarrollar cuadros totalmente diversos. Conscientes de que tras ello puede haber una predisposición genética, que además ayude a abordar mejor la enfermedad, varios equipos de investigadores están poniendo todas sus energías en encontrar esta clave.

Las sospechas han empezado a dar sus primeros brotes verdes. Por ejemplo, un estudio americano publicado hace escasos días en Journal of Virology, de la Sociedad Americana de Microbiología, apuntaba a que la variabilidad genética en el sistema inmunológico humano puede afectar a la susceptibilidad y la gravedad de la infección por el SARS CoV-2, coronavirus responsable del Covid-19. Con una finalidad similar, un equipo multidisciplinar español ha empezado a investigar el riesgo individual de desarrollar las formas más graves del Covid.

«Hay jóvenes sanos que se infectan y no lo saben y otros con el mismo perfil que acaban en la UCI. Tenemos que saber por qué ocurre», remarca a ABC Anna Planas, investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona (IIBB) y coordinadora del proyecto, bautizado como Inmugen. En sus planes, explica, está conseguir «dar con el componente genético que provoca que la respuesta inmunológica sea inadecuada y genere un problema respiratorio».

Campo de estudio con pocos antecedentes

El campo de estudio tiene pocos antecedentes porque otros virus similares, como el SARS, provocaron una emergencia sanitaria hace años, cuando no existían tantas técnicas para analizar el genoma. Además, el virus fue entonces mucho menos agresivo, más focalizado y más breve que el Covid-19, comenta Planas.

En una primera fase, que esperan que dé resultados a finales de verano, prevén contar con una muestra genética de 200 pacientes de menos de 60 años y previamente sanos que se hayan contagiado del coronavirus, la mitad de los cuales hayan sufrido secuelas leves y la otra mitad hayan tenido que estar en cuidados intensivo. De la comparativa de los dos perfiles esperan ver variaciones genéticas y se fijarán especialmente «en los genes de inmunidad innata» (el sistema de defensas con el que nace una persona) para encontrar la explicación a este mayor riesgo.

El proyecto, financiado por el CSIC, se basará en enfermos que hayan estado en el Hospital Clínic de Barcelona, de donde procede el IIBB, y contará con investigadores, y si hace falta pacientes, del Hospital de Sant Pau de Barcelona, el Instituto de Biomedicina de Valencia, el Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), el Instituto de Parasitología y Biomedicina López-Neyra de Granada, el Instituto de Física de Cantabria, y el Centro de Supercomputación de Galicia.

Los resultados, calcula el CSIC, podrían ayudar a prevenir infecciones graves y a descubrir potenciales tratamientos y dianas moleculares, como la ansiada vacuna. Además, añade Planas, el equipo Inmugen confía en poder sumar sus resultados a otros proyectos que se están impulsando en el mundo con el mismo objetivo.

La coordinadora del proyecto "Inmugen" es la investigadoras Anna Planas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona (IIBB). (Foto G.I.)