El proyecto Plumas Marinas (PluMare UCR), que investiga la riqueza de aves marinas en Costa Rica entre 2024 y 2026, ha confirmado recientemente la anidación de dos especies de gran relevancia ecológica.
El charrán sombrío en un nido del islote Gissler en la isla del Coco.
Se trata del rabijunco piquirrojo (Phaethon aethereus), en los Islotes Santa Catalina, frente a las costas de Santa Cruz y Carrillo en Guanacaste, y el charrán sombrío (Onychoprion fuscatus), en el islote Gissler, en la bahía de Wafer de la isla del Coco.
Este hallazgo amplía de manera significativa el conocimiento sobre las aves marinas que utilizan el territorio nacional como sitio de reproducción.
De acuerdo con la Lista Oficial de Aves de Costa Rica de la Asociación Ornitológica Costarricense, esta especie se consideraba visitante migratoria, a pesar de sus registros frecuentes en aguas nacionales.
Las colonias reproductivas conocidas en la región se ubican en Cayo Swan (Bocas del Toro, Panamá) e islas Galápagos en el océano Pacífico en Ecuador.
La primera observación con evidencia de anidación se realizó el 22 de marzo de 2025, cuando se detectaron al menos cuatro individuos con comportamientos de cortejo, sobrevuelo en círculos, transporte de alimento y vocalizaciones de pichones en cavidades de los islotes.
En visitas posteriores (mayo, junio y agosto de 2025) se documentaron nuevamente interacciones reproductivas, confirmándose al menos cinco individuos ocupando cavidades y defendiendo nidos.
Este hallazgo da continuidad a observaciones de 1995 publicadas en Colonial Waterbirds (Cameron y Hoch), quienes describieron comportamientos reproductivos en la zona, aunque sin evidencia fotográfica.
Es posible que la especie haya nidificado en los islotes desde entonces, pero sin ser reconocida formalmente.
La confirmación actual reviste gran relevancia para la conservación, pues los islotes Santa Catalina forman parte del Área Marina de Pesca Responsable Papagayo (Guanacaste), un espacio con intensa actividad de ecoturismo, pesca artesanal y buceo.
Además, los islotes son hábitat de otras especies reproductivas de interés, como el charrán embridado (Onychoprion anaethetus), la tiñosa común (Anous stolidus), el piquero de cocos (Sula brewsteri), el rabihorcado magno (Fregata magnificens) y el ibis blanco (Eudocimus albus).
Rabijunto piquirrojo en una cavidad anidación en las islas Santa Catalina, Guanacaste, Costa Rica.
El charrán sombrío es una especie pelágica de distribución amplia en el Pacífico tropical, con registros de anidación en Revillagigedo, Clipperton y Galápagos.
En Costa Rica se consideraba migratoria en ambos mares, aunque se habían descrito observaciones previas en isla del Coco.
En 1962 se reportó la anidación de unas 30 parejas en el islote Manuelita, sin evidencia fotográfica, lo que generó dudas en la literatura posterior al no haber más registros.
El 22 de abril de 2025, en una expedición conjunta de investigación y ecoturismo, el equipo de PluMare UCR documentó con imágenes la presencia de al menos dos nidos en el islote Gissler, compartiendo espacio en una colonia de tiñosa común (Anous stolidus).
Si bien no se observaron huevos ni pichones debido a la ubicación, los individuos mostraron comportamientos de incubación y defensa de nidos.
El islote Gissler, de baja elevación y con cobertura de pastos, ofrece hábitat temporal para la especie entre marzo y mayo.
Sin embargo, su vulnerabilidad a la acción de mareas y oleajes extremos podría comprometer la estabilidad de la colonia frente al cambio climático y el aumento del nivel del mar.
Comportamientro de proteccion del charrán sombrío en la isla del Coco. Foto: Sergio Chacón Arias.
Estos registros representan hitos para la ornitología costarricense, al confirmar la anidación de dos especies marinas previamente consideradas visitantes o migratorias. La evidencia resalta la importancia de los monitoreos continuos, la gestión adaptativa de áreas marinas protegidas y la participación comunitaria mediante ciencia ciudadana.
Asimismo, la necesidad de establecer programas de monitoreo continuos que permitan a largo plazo comprender con mayor detalle la dinámica de las aves marinas en el país.
El proyecto Plumas Marinas UCR (C4607), financiado por la Vicerrectoría de Investigación, constituye una línea base para estudios futuros sobre la avifauna marina en la Zona Económica Exclusiva del país.
Según manifestó el coordinador de esta investigación, el M.Sc. Sergio David Chacón Arias, la alianza con otros organismos estatales como el Sistema Nacional de Áreas de Conservación, el Servicio Nacional de Guardacostas organizaciones como Fundación The Clean Wave, Misión Tiburón, la Asociación Ornitológica Costarricense.
También destacó la colaboración de pescadores artesanales, operadores turísticos y otras ONGs, lo cual refuerza un modelo de conservación colaborativa que vincula ciencia, gestión, educación ambiental y ecoturismo como herramientas que favorezcan la investigación. Este hallazgo está siendo publicado en un artículo científico.
El proyecto se extenderá hasta 2026 e invita a la ciudadanía a contribuir con observaciones de aves marinas en costas, islas e islotes.
Las fotografías de anidación, descanso o alimentación son valiosas para robustecer el conocimiento científico y la conservación de estas especies.
Para participar o compartir observaciones, puede contactar a Sergio Chacón Arias, profesor-investigador de la carrera de Turismo Sostenible con énfasis en Ecoturismo, Recinto Paraíso, Sede del Atlántico de la Universidad de Costa Rica al correo-e: sergio.chaconarias@ucr.ac.cr