La mayor parte de esas muertes (12,2 millones de los 19,8) se evitaron en los países de renta alta y media-alta, una contundente prueba de las desigualdades existentes en el acceso a las vacunas en todo el mundo.
De hecho, el estudio apunta que se podrían haber evitado otras 599.300 muertes si se hubiera cumplido el objetivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de vacunar al 40% de la población de cada país...