La obra delimita términos y ofrece nociones y conceptos de un trabajo sobre el derecho que ha de ser entendido por cualquier persona. Ofrece una fórmula útil y necesaria para quienes se relacionan profesionalmente con el mundo de las leyes.
Melissa Benavides inicia su obra delimitando términos y campos: ¿qué es?, ¿qué no es?, ¿qué significa?; y ofreciendo nociones y conceptos que nos colocan en el pórtico mismo de un trabajo sobre el derecho que ha de ser entendido por cualquier persona ajena a él. Abogada comprometida con los derechos humanos de las mujeres, su propósito declarado es “develar el sesgo de género de las normas”, a fin de ofrecer una fórmula útil y necesaria para quienes se relacionan profesionalmente con el mundo de las leyes.
La autora empuña, en favor de su causa, la tal vez más poderosa herramienta del feminismo para derribar los muros y barreras: ni martillo ni mazo ni cincel. Solo una mirada diferente, otro ángulo de visión que nos permite dirigir la luz sobre lo que se mantiene en sombras: la “perspectiva de género”. Con este instrumento en la mano, saca virutas, afloja cuerdas, abre boquetes por donde ilumina lo que a simple vista parece oculto, el espacio vacío de lo que no está, y el lugar ocupado por intereses marrulleros.
De este modo, escudriñando leyes, normas y jurisprudencia, Melissa cumple con holgura y rigor su propósito declarado de completar una historia contada a medias cuando no escamoteada con artificios de prestidigitador. Texto de contraportada de Yadira Calvo Fajardo
Autor: Melissa Benavides Víquez