La guitarra acompañó a los costarricenses desde sus primeros años como nación, y, debido a las precarias condiciones económicas del momento, su ejecución se vio constreñida principalmente a la música popular.
Conforme transcurrió el tiempo, se produjeron cambios sustanciales en muchos ámbitos de la vida cotidiana. Así, la guitarra pasó a ser adquirida por un sector más amplio de la población, con lo cual, su práctica pudo incentivase.
Se llevaron a cabo veladas artísticas y conciertos, tanto en el ámbito privado como público, donde estuvo presenta la guitarra. Un caso excepcional fue el guitarrista alajuelense Abelardo Álvarez, quien produjo muchos arreglos y obras originales para este instrumento.
Autor: Randall Dormond Herrera