Festival de la Música, Toulouse, Francia.
En América se ha desarrollado un discurso centrado en Europa en la práctica de la música y en la forma en que se estructura el espacio. Este artículo examina cómo la música y la arquitectura han influido en la construcción de nuestra identidad.
Para esto se realizaron estudios de casos que exploran los sonidos del entorno para comprender fenómenos sociales que provocan relaciones de dominación.
Se analizaron las dinámicas dominantes de la música "clásica" en el Teatro Nacional de Costa Rica, así como propuestas latinoamericanas que promueven la ruptura con las composiciones artísticas eurocéntricas y la combinación de dos o más culturas activas, cooperantes y complementarias.
También se explora la música de la naturaleza, los sonidos del entorno y la memoria, considerando diferentes patrones naturales como alternativas hacia la descolonización, es decir, la desarticulación de sistemas de control colonizadores y la promoción de la interculturalidad entendida como una forma de lucha contra el colonialismo a través del conocimiento local.
El objetivo no es menospreciar las contribuciones culturales europeas, sino comprender cómo muchos de estos enfoques han generado actitudes de desvalorización hacia lo autóctono.
De esta forma, el aporte de esta publicación consiste en la propuesta de paisajes sonoros alternativos, la resignificación de algunas estructuras de poder, el redescubrimiento de los instrumentos olvidados y la reinvención de nuestras composiciones musicales y espaciales.
Resulta de gran importancia crear nuestras propias obras artísticas basadas en todo nuestro bagaje histórico multicultural y multiétnico.
Montaje comparativo de la fachada del Teatro Nacional y la Ópera Garnier de París.
Salón de patines Music, en San Pedro de Montes de Oca, San José, Costa Rica.
Doctorado en Estudios de la Sociedad y la Cultura.