Uno de los factores que más influye en la obesidad infantil, es la educación que recibe el niño y la niña en su hogar, pues esta determina sus hábitos y contribuye con la buena o mala elección de alimentos dentro o fuera de la escuela.Foto: G.I.
Las sodas escolares no son el principal factor que incide en la mala alimentación de los niños en educación preescolar y escolar pública de nuestro país, según lo reveló una encuesta realizada por investigadores de la Escuela de Nutrición de la Universidad de Costa Rica (UCR).
El estudio muestra que un 10% de los niños compra su merienda en la soda escolar y un 19% adquiere sus alimentos en otro lugar fuera de la escuela. Sin embargo, la mayoría de los niños (70%) trae sus alimentos de la casa.
Los niños de escuelas públicas que reciben dinero para comprar en las sodas llevan cantidades mínimas que oscilan entre los 200 y 600 colones, lo que tampoco les permite comprar muchos productos. De estos niños que reciben dinero de sus padres, casi la mitad (42%) no compran alimentos en la soda escolar, sino en otro lugar.
La Dra. Xinia Fernández Rojas, profesora de la Escuela de Nutrición de la UCR e investigadora principal del proyecto, dijo que “si usted va a cualquier escuela verá ubicada enfrente o diagonal una pulpería. Entonces si el niño no encuentra lo que acostumbra comprar en la soda de la escuela, lo trae de afuera o de la casa. Además hay gente que llega a la orilla de la malla y vende a los niños empanadas, churros, copos, helados, etc.”
Por otro lado explicó que “la industria alimentaria se acomodó a las nuevas regulaciones del Ministerio de Educación Pública (MEP) para las sodas, pues si se indicó que no puede tener tanta cantidad de tal cosa, simplemente cambiaron las porciones”.
Todos estos factores revelan que las sodas son un factor a tomar en cuenta e intervenir, pero no el único, ya que no son determinantes en la lucha contra la obesidad, sino que hay otros factores de mayor peso como las actitudes inculcadas por los padres y los docentes.
Lo que tiene mayor peso es la educación al niño y la niña desde su hogar, pues esta determina sus hábitos y contribuye con la buena o mala elección de alimentos dentro o fuera de la escuela.
Por ejemplo, el estudio descubrió que el 18 % de niños y 35% de niñas llegan a la escuela sin desayunar, práctica que es un factor de riesgo de obesidad, diabetes y de un menor desempeño académico.
Los padres y los abuelos quieren demostrar el amor a sus hijos regalándoles cosas dulces como chocolates, galletas, gaseosas, lo que al final de cuentas termina perjudicando su salud.
No obstante la Dra. Fernández explicó que para iniciar un cambio en la cultura de alimentación escolar, es importante promover que las sodas escolares también cambien el contenido de los alimentos que ofrecen a los estudiantes.
Por esa razón el proyecto de investigación y acción social que ella lidera “Prevención de la obesidad infantil por medio de un diagnóstico y apoyo didáctico para la educación alimentaria nutricional y actividad física en niños y niñas escolares de I, II y III grado”, tiene un modelo de soda escolar saludable.
El principal reto para lograr sodas saludables es que estas son dadas en concesión a particulares, por lo que es necesario orientar a estos concesionarios y capacitarlos, pues ellos necesitan conocimiento sobre cómo crear productos sanos.
Como ejemplo señaló que el grupo de investigación y acción social preparó un planificador mensual 2014 que contiene la lista de productos que se cosechan en cada época del año para que, tanto los concesionarios como lo padres, aprovechen las cosechas de productos naturales para una alimentación saludable.
Pero además de guiar, hay que supervisar el cumplimiento de las normas de alimentos saludables. Lo cual es complejo, porque “estamos hablando de seis mil, siete mil escuelas en el país, de las cuales el 80% tienen sodas y en todas la soda es de un concesionario. Es muy difícil llevar a cabo una supervisión”.
La investigadora señaló que hay que tomar en cuenta que el alquiler de las sodas representa un importante ingreso para la Junta Escolar que lo utiliza en mejoras para la escuela.
A la vez la soda es el medio de subsistencia del concesionario que lo ve como un negocio obligado a seguir las tendencias del mercado. La publicidad y las tendencias de oferta y demanda del mercado juegan un “rol” importante en la oferta alimentaria de las sodas.
Hace dos años (12 de enero del 2012) el Ministerio de Educación Pública (MEP) decretó el “Reglamento para el Funcionamiento y Administración del Servicio de Soda en los Centros Educativos Públicos” y anunció que en el 2014 será más estricto en su aplicación. Más información al correo-e: xinia.fernandezrojas@ucr.ac.cr