El próximo martes 8 de marzo se presentará en la Universidad de Costa Rica el Repositorio Nacional Kímuk, una herramienta impulsada por el Consejo Nacional de Rectores (CONARE) cuyo objetivo es ofrecer acceso en línea a la producción académica y científica nacional.
Las universidades públicas realizan esfuerzos por darle mayor visibilidad a la producción académica por medio del acceso abierto. Actividad de capacitación a investigadores y editores sobre acceso abierto. Foto con fines ilustrativos.
El próximo martes 8 de marzo se presentará en la Universidad de Costa Rica el Repositorio Nacional Kímuk, una herramienta impulsada por el Consejo Nacional de Rectores (CONARE) cuyo objetivo es ofrecer acceso en línea a la producción académica y científica nacional.
La actividad se realizará en el auditorio del Centro de Investigación y Capacitación en Administración Pública (CICAP), en el cuarto piso del edificio CATTECU en San Pedro de Montes de Oca, a partir de las 8:30 a.m.
A casi un año de presentada la política nacional que marcaría la ruta de la ciencia, tecnología e innovación de Costa Rica en los próximos cinco años, el panorama del acceso abierto a la investigación comienza a cobrar forma desde las universidades públicas.
De acuerdo con representantes del Ministerio de Ciencia y Tecnología y Telecomunicaciones (MICITT), el objetivo es transformar al país en una economía basada en conocimiento mediante un sistema nacional para agrupar, administrar y distribuir todo el conocimiento científico, tecnológico y de innovación generado en el país. Y para ello las universidades públicas son un punto de partida, ya que según datos de CONARE, solo en 2013, invirtieron unos ¢45.733 millones de colones en investigación y desarrollo.
Uno de los retos para el Repositorio Nacional Kímuk es la definición de políticas institucionales de acceso abierto que inviten a los investigadores (as) a depositar sus trabajos en los respectivos repositorios y permitan aprovechar los beneficios del acopio de los documentos en una misma plataforma.
Estas políticas incluyen la toma de posición frente al pago por procesamiento de artículos (APC), la preferencia institucional por el acceso abierto ante las casas editoriales comerciales para solicitar la inclusión de enmiendas de autor, y la preferencia por la vía verde inmediatamente después de la aceptación de un documento para su publicación.
A nivel técnico, el reto más grande es la Interoperabilidad. Lograr que los datos sean extraídos de cada repositorio y mostrados de forma ordenada en un repositorio nacional. En este proceso, la Red Federada de Repositorios Institucionales de Publicaciones Científicas (LA Referencia) jugó un papel fundamental.
Si bien la discusión sobre normalización ya había comenzado entre los repositorios de las universidades públicas, la propuesta de la Red contribuyó con la adopción de un estándar.
El estándar seleccionado es el de “Open Aire” para repositorios de documentos, el cual define cómo llenar los diferentes campos Dublin Core de forma normalizada.
El proceso de adopción de este estándar fue relativamente sencillo, debido a que los repositorios institucionales de las universidades ya usaban Dublin Core, por lo que fue más bien una tarea de coordinación y normalización de los campos obligatorios definidos por LA Referencia. Sin embargo han sido necesarias una serie de pruebas técnicas y transformación de algunos datos.
Actualmente continúa el proceso de normalización y la inclusión de otros tipos de documento en los repositorios.
Una de las metas es incluir trabajos relacionados con Acción Social y Docencia, además de Investigación, para generar un mapa más completo sobre la labor académica de cada miembro de la comunidad universitaria.
Posteriormente, estos datos podrían ser utilizados para completar servicios como el Registro Científico Tecnológico del CONICYT.