A medida que se acercan las elecciones nacionales 2026 en Costa Rica, las proyecciones políticas sugieren que un segmento importante de la opinión pública se inclina más hacia organizaciones partidarias conservadoras.
Aunque las mujeres en Costa Rica han avanzado en derechos y participación, su comportamiento electoral no sigue completamente las tendencias de modernización y apoyo a la igualdad de género esperadas.
Esto podría presentar serios desafíos para otras opciones moderadas y de izquierda, según el Dr. Adrián Pignataro López, que lidera el proyecto C4735, inscrito en la Vicerrectoría de Investigación y desarrollado en el Centro de Investigación y Estudios Políticos de la Universidad de Costa Rica (CIEP-UCR), sobre la brecha de género en el voto durante el multipartidismo en Costa Rica (2002-2022).
El Dr. Pignataro es docente de la Escuela de Ciencias Políticas y de la Escuela de Estadística, e investigador del CIEP de la Universidad de Costa Rica y experto en comportamiento político. Ha dedicado su investigación a analizar las tendencias de voto a lo largo de las últimas dos décadas con un enfoque particular en las mujeres.
En una reciente entrevista para el Portal de la Investigación, compartió sus hallazgos sobre cómo las mujeres han influido en las elecciones presidenciales costarricenses.
Concluye que, a pesar de los avances en derechos de género, la preferencia de ellas en el ámbito electoral tiende a alinearse más con los partidos de derecha.
El voto femenino ha sido un tema recurrente en la discusión sobre la política electoral en el mundo. Sin embargo, el caso específico de Costa Rica, bajo el contexto del multipartidismo (2002-2022), es un área aún poco explorada.
Para abordar esta cuestión, el proyecto C4735, desarrollado por el Dr. Pignataro, busca responder si existe una brecha de género en las preferencias electorales de las mujeres en el país.
Para efectos de este estudio, la brecha de género se entiende como la diferencia entre el voto de las mujeres y el de los hombres. Pignataro explicó que con base en la revisión literaria, se identificaron dos perspectivas principales:
En contextos conservadores, las mujeres tienden a votar por los partidos de derecha más que los hombres.
Con la modernización y el cambio de intereses de las mujeres a lo largo del tiempo, estas votan mayoritariamente por los partidos de izquierda, pues se espera que estos partidos promuevan la igualdad de género, mientras que las organizaciones partidarias de derecha lo asumen como algo natural que no debe cambiarse.
En el caso de Costa Rica, un país que ha experimentado una notable modernización socioeconómica, el Dr. Pignataro señala que en términos generales las mujeres han sido tradicionalmente conservadoras, pero también han empezado a incorporarse con mayor fuerza al mercado laboral.
Esta modernización hace suponer que, con el tiempo, las mujeres podrían inclinarse más hacia partidos de izquierda, que históricamente han promovido una mayor igualdad de género.
Si bien en las elecciones del 2010 las mujeres favorecieron a Laura Chinchilla Miranda, evidenciando una preferencia por candidaturas encabezadas por mujeres, también representaba una opción más a la derecha que su contendiente principal (Ottón Solís Fallas).
A lo largo del período de 2002 al 2022, que coincide con la era del multipartidismo en Costa Rica, el Dr. Pignataro analizó datos de las encuestas realizadas por el Barómetro de las Américas.
Además, controló otros factores, como la educación, la edad y la provincia, para determinar el efecto neto de género en el voto.
Los principales resultados del estudio indican que en muchas de las elecciones analizadas no se observa una diferencia significativa entre los votos de hombres y mujeres.
Sin embargo, cuando sí hay una distinción, las mujeres tienden a preferir las opciones partidarias ubicadas más hacia la derecha.
2006: En las elecciones presidenciales de 2006, las mujeres prefirieron al candidato de derecha, Óscar Arias Sánchez, por encima de Ottón Solís Fallas.
2010: En las elecciones de 2010, las mujeres favorecieron a Laura Chinchilla Miranda, evidenciando una preferencia por candidaturas encabezadas por mujeres, pero también representaba una opción más a la derecha que su contendiente principal (Ottón Solís Fallas).
2014: En la segunda ronda, las mujeres optaron por Johnny Araya Monge, mientras que en la primera ronda no hubo una diferencia destacada.
2018: En las elecciones de 2018, durante la primera ronda electoral, las mujeres no favorecieron al candidato de izquierda moderada, sino que se inclinaron por el candidato conservador Fabricio Alvarado Muñoz.
2022: En las elecciones de 2022, pese a las acusaciones contra el entonces candidato Rodrigo Chaves Robles, no hubo diferencias significativas entre el voto masculino y femenino, ya que las mujeres votaron por él en la misma proporción que los hombres.
Un dato curioso que resalta el estudio es que los partidos de derecha radical parecen atraer a más mujeres que hombres. El Dr. Pignataro también reflexiona sobre cómo las teorías del comportamiento electoral sugieren que otros factores, como las creencias ideológicas pueden influir más que las acusaciones de acoso sexual, como fue el caso con Chaves en el 2022.
Esto aún cuando el entonces precandidato, en un debate presidencial realizado previo a las elecciones del 2022, reconoció haber cometido “errores” (acoso sexual) en el pasado, pero manifestó que ya había cambiado su comportamiento.
“El rol ideológico ha sido históricamente subestimado, y, aunque no se evidencian cambios profundos en las políticas que mejoren la situación nacional, Chaves ha sabido adaptarse a las ideologías predominantes de la mayoría”, afirma el investigador.
En cuanto a la expectativa de que las mujeres voten por partidos de izquierda debido a su enfoque en la igualdad de género, el estudio demuestra que en el caso de Costa Rica, las mujeres no siguen el patrón de modernización que determine una inclinación hacia la izquierda política.
Más bien parece que las mujeres continúan apoyando a candidaturas de derecha, como lo evidencian las preferencias por figuras como Laura Chinchilla Miranda (centro derecha) y Fabricio Alvarado Muñoz (derecha radical).
Dr. Adrián Pignataro López es docente de la Escuela de Ciencias Políticas y de la Escuela de Estadística e investigador del Centro de Investigación y Estudios Políticos de la Universidad de Costa (CIEP-UCR).
De cara a las próximas elecciones de 2026, el investigador Pignataro prevé que la opinión pública en Costa Rica seguirá siendo mayoritariamente conservadora, lo que podría dificultar la posibilidad de un gobierno moderado o de izquierda.
Según el Dr. Pignataro la tendencia histórica del país muestra una inclinación hacia los valores conservadores, y no parece que esta tendencia esté próxima a cambiar.
“La alternancia partidaria parece ser más compleja, y en este contexto, un gobierno de izquierda enfrentaría mayores desafíos para ganar apoyo popular”, concluye el investigador.
Aunque las mujeres en Costa Rica han avanzado en derechos y participación, su comportamiento electoral no sigue completamente las tendencias de modernización y apoyo a la igualdad de género esperadas.
La brecha de género en el voto sigue presente, con una inclinación hacia opciones conservadoras, lo que plantea desafíos para la política costarricense en los próximos años, especialmente ante un panorama electoral donde la opinión pública parece mantenerse firme en sus valores tradicionales.