Dr. Clas Une investigador del Programa de Epidemiología de Cáncer del Instituto de Investigaciones en Salud (INISA-UCR).
Científicos de la Universidad de Costa Rica (UCR) realizan investigaciones para comprobar si el riesgo de cáncer por la presencia de la bacteria Helicobacter pylori en el estomago depende de su virulencia.
En nuestro país más de la mitad de la población está infectada por esta bacteria y en algunos segmentos de población llega hasta un 70 o 80%. Sin embargo no todos enferman de cáncer gástrico. Esto significa que la presencia de la bacteria Helicobacter pylori en el estomago no determina por sí sola el riesgo de contraer la enfermedad.
Sin embargo en otros países se ha comprobado que la bacteria Helicobacter pylori sí es un indicador del nivel de riesgo, dependiendo de la virulencia de la cepa de la bacteria que aloje en el estómago de la persona.
Se han denominado factores de virulencia o patogenicidad a ciertos genes de la bacteria que expresan proteínas que la hacen más agresiva, pues causa más inflamación y aumenta el riesgo de cáncer.
El investigador del Programa de Epidemiología de Cáncer del Instituto de Investigaciones en Salud (INISA) de la UCR, doctor en inmunología Clas Une, realiza estudios para determinar si eso también se cumple para la población de nuestro país.
El Dr. Une explicó que “ciertos factores de virulencia, entre los que se encuentran los genes vacA y cagA, se han asociado a síntomas más graves y aumentan el riesgo de desarrollar gastritis atrófica, la cual a su vez es una lesión precancerosa.
Explicó que esos factores de virulencia están más presentes en ciertos tipos de cepas como las asiáticas y algunas europeas, a la vez están menos presentes en las cepas de origen africano. De ahí la importancia de saber, a ciencia cierta, qué tipos de cepas son las que circulan en nuestro país.
Los investigadores también trabajan en “determinar la genética de la bacteria para ver si personas en riesgo, personas con gastritis atrófica o con cáncer gástrico, están infectadas con variantes de la bacteria Helicobacter pylori más agresivas”.
En cuanto al origen, el Dr. Une explicó que “queremos establecer el origen geográfico que tiene la bacteria en Costa Rica porque H. pylori sigue a la población durante la historia de la humanidad.
Es importante porque sabemos que, en general, las cepas con su origen en Asia del este son muy virulentas, las de origen africano son menos virulentas y las europeas se encuentran en un intermedio.”
Una vez establecido el tipo de bacteria de que está circulando en el país, se procede a secuenciar el genoma de la bacteria H. pylori e interpretarlo.
Sobre esto recalcó la importancia de “determinar la genética de la bacteria para saber si las personas están infectadas con una tipo agresivo que las pone en riesgo o uno más benigno que no causa gran problema. Si sabemos esto, junto con otros marcadores, podemos concentrarnos en estas personas darles seguimiento”.
Como ejemplo señaló que a las poblaciones en riesgo podría practicárseles “exámenes endoscópicos cada cierto tiempo. Podemos erradicar la bacteria con antibióticos si se considera que la bacteria es muy agresiva.
“Por ejemplo una familia tiende a tener la misma cepa de bacteria. Si descubrimos que una familia está infectada con una cepa muy agresiva, aunado a otros factores de riesgo, se aconsejaría dar seguimiento a esa familia para detectar el cáncer temprano o mejor aun prevenirlo.”
Hasta el momento se han estado analizando bacterias aislados de pacientes del hospital Calderón Guardia. La población estudiada se divide en varios grupos de pacientes: unos con lesiones precancerosas, otros con lesiones no precancerosas, otro grupo de control con gente sana.
El Dr. Une explicó que en estos grupos “se estudia la presencia o ausencia de los factores virulentos. Vemos si son más comunes en los grupos enfermos que en los de control o e los sanos. Y si son más comunes entre los enfermos entonces se le considera un factor de riesgo.
“Hasta el momento hemos detectado que hay más cepas que expresan los factores de virulencia cagA a y vacA en las personas con gastritis atrófica que en personas que no la tienen. Otros factores de virulencia no mostraron asociación con la enfermedad”.
Además se ha determinado que la mayoría de las cepas estudiadas son de origen europeo, mientras se encontraron también algunas cepas con origen en África. No se encontraron cepas de tipo asiático.
Al tiempo que realizan la investigación, los científicos de la UCR generan una base de datos que hasta ahora no existía en el país. Por ejemplo se están creando bases de datos con las secuencias de ADN de la bacteria en nuestro país.
Estas secuencias de ADN se han subido a una base de datos internacional en Internet para que investigadores de otros países las puedan estudiar y comparar.
Sobre esto el Dr. Une adelantó que para secuenciar el genoma de toda la bacteria e interpretarlo se está buscando la colaboración de equipos científicos de Estados Unidos de América y Europa que tienen mucha experiencia en analizar la genética del H. pylori.
Toda esta información servirá de base para realizar investigaciones más detalladas y complicadas sobre la influencia de la virulencia de la bacteria H. pylori en el cáncer gástrico.
A futuro permitirá estudiar las cepas virulentas en modelos animales para determinar los procesos infecciosos que producen en ellos. También posibilitará estudios con líneas celulares en el laboratorio para averiguar si producen citocinas inflamatorias como respuesta a H. pylori.
El cáncer gástrico o del estómago es uno de los tipos cáncer que más muertes causa en Costa Rica, tanto en hombres como mujeres.
En nuestro país muchas veces se detecta la enfermedad muy tarde, cuando ya la cirugía no es efectiva. De ahí la enorme importancia de detectar el cáncer a tiempo o identificar las poblaciones en riesgo para dedicarles mayor atención.
Más información con al correo allan.une@ucr.ac.cr o al tel. (506) 2511-3290 o en la página: http://www.inisa.ucr.ac.cr