M.Sc. Antonio Monge Santonastasio, químico y administrador, presidente de la Fundación Energías Renovables (FUNDERE).
De 1991 al 2010 el Producto Interno Bruto (PIB) del país creció un 5%, sin embargo en los últimos cuatro años no ha superado el 3.5%, esto podría explicarse por el alto costo que tiene la importación de combustibles para generar la energía que el país requiere.
“La factura petrolera de Costa Rica está generando un déficit cuantioso que compromete el desarrollo del país. Los combustibles fósiles aportan la mayor parte de la energía del mundo, pero son contaminantes y afectan el calentamiento global.
“Es imposible crecer al 5%, a menos que el país produzca energía con fuentes nacionales (biocombustibles, biocarburantes, biocombustibles, eficiencia energética, energía geotérmica, etc.)”,
Así lo planteó Antonio Monge Santonastasio, presidente de la Fundación Energías Renovables (FUNDERE), en el marco del II Congreso Nacional sobre Fuentes Alternativas de Energía y Materiales, organizado por la Universidad de Costa Rica.
Monge, quien es licenciado en química y máster en administrador de negocios, presentó la ponencia “Impacto econométrico de la utilización en la economía de Costa Rica”. El experto explicó el impacto económico y social que podría traer a Costa Rica la utilización de biocombustibles líquidos o biocarburantes para sustituir las importaciones de derivados del petróleo como el diesel y el ‘búnker’.
“La producción local de biocombustibles generaría un efecto multiplicador favorable de comercio exterior e inversión en la economía, con un impacto muy beneficioso en la producción nacional, la creación de empleo y la distribución de la riqueza.
De acuerdo con el especialista, recientemente se ha puesto atención mundial en que la producción de biocarburantes y de energías renovables puede ser fuente de crecimiento económico y de generación de empleo en toda la cadena de valor.
“Los procesos de producción, distribución y comercialización de energías renovables y biocombustibles también generan empleos en la economía”, agregó.
Según el experto, la reducción en las importaciones de petróleo y de la Propensión Marginal a Importar (PMI), junto con la inversión nacional, tendrían un impacto especialmente potente en el crecimiento económico y la generación de empleo, que no es tan evidente a simple vista.
“Los cálculos econométricos predicen que, por cada permuta de $100 millones de dólares de importaciones de petróleo por aceite producido nacionalmente, el producto interno bruto (PIB) crecerá de 1,3% a 1,8% y habrá un aumento de 20000 a 23000 empleos.
“Esta reducción en las importaciones de derivados de petróleo podría ser anual, así que, de proyectarse a 40 años, la disminución paulatina en las importaciones de petróleo triplicaría el PIB de Costa Rica en el año 2051, con respecto al que tendría en caso de continuar la dependencia del petróleo, y habría una generación de unos 900 000 empleos en ese período de tiempo.
El país tiene varias opciones para producir energía (solar, eólica, geotérmica, etc.). La producción de biomasa para generar calor y electricidad es una de ellas. Sobre este tema versó la conferencia inaugural del Congreso, a cargo del Dr. Roger Moya Roque, profesor e investigador de la Escuela de Ingeniería Forestal del Instituto Tecnológico de Costa Rica.
En la disertación “Posibilidades de industrialización de la biomasa lignocelulósica para la generación de calor en Costa Rica”, el Dr. Moya hizo un análisis exhaustivo sobre los cultivos que tiene el país para la producción de biomasa (cultivos energéticos) y su viabilidad económica.
El Dr. Moya explicó que hay tres tipos de biomasa: Los cultivos energéticos, los residuos agrícolas y forestales, y los productos almacenados en plantas industriales (palma africana); cada uno de ellos tienen sus ventajas y desventajas.
Los cultivos energéticos más promisorios son el arundo, la caña brava, el zacate gigante, el bambú y el sorgo. Sin embargo hay muchos problemas por resolver, como el grado de humedad, el transporte, las implicaciones sociales y políticas, y el volumen de producción, que según el investigador, no puede ser menor a veinte toneladas al año para que sea rentable el proceso de industrialización.
Otros productos utilizables son los residuos agrícolas y forestales como la broza del café, residuos de aserraderos, desechos de piña, bagazo, árboles, tempate, jatrofa y coco, tallos de maíz, palma africana, etc.
Para que estos cultivos se puedan utilizar en la generación de calor o electricidad deben adaptarse las tecnologías, como lo estás haciendo algunas empresas como Palmatica con los subproductos de la palma africana.
Por otra parte, únicamente el 50% de estos productos están disponibles para el mercado, y los que son accesibles, no todos se producen en cantidades suficientes para utilizarlos en la producción de energía.
Además, cualquier cultivo que se use para este propósito debe competir por el espacio que ya utilizan los cultivos actuales, pues el área agrícola en Costa Rica es limitada.
De acuerdo con las investigaciones realizadas en el Instituto Tecnológico de Costa Rica, el Dr. Moya considera que la madera es la biomasa ideal por su disponibilidad, baja humedad, alto contenido de lignina y celulosa, durabilidad y bajo nivel de ceniza. Aunque esta cuenta un buen mercado, en nuestro país solo se utiliza cerca del 20% de los residuos de madera para generar calor.
El segundo Congreso nacional sobre fuentes alternativas de energía y materiales “Dr Adrián Pinto Chaverri” se realizó del 19 al 21 de febrero del 2014 en el Centro Nacional de Alta Tecnología (CENAT). Participaron más de cien personas del sector público y universitario, el sector privado y organizaciones no gubernamentales.
El Foro contó con el apoyo del CENAT, el Colegio de Ingenieros Electricistas, Mecánicos e industriales, la Fundación para la Cooperación (CRUSA) y el apoyo logístico y material de más diez organizaciones.
Durante el Congreso se realizaron veinte presentaciones orales, dos mesas redondas, una conferencia y un conversatorio; además se expusieron 16 cartelones. Las exposiciones se agruparon en tres líneas temáticas: Econometría y política, fuentes alternativas de energía y fuentes alternativas de materiales industriales y energéticos.
El Dr. Julio Mata Segreda, coordinador del Programa Institucional de Fuentes Alternativas de Energía (PrIFAE-UCR) y organizador del Congreso, se mostró satisfecho por la calidad y pertinencia de las exposiciones, así como por el enriquecedor intercambio de conocimientos e ideas entre los participantes.
Sin embargo lamentó la escasa participación de algunos actores e instituciones importantes como la Refinadora Costarricense de Petróleo (RECOPE), el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE), e incluso unidades de investigación de las universidades públicas que trabajan en estos temas.
“Hubo ausencia de supuestos actores en este campo. Para participar en el Congreso había que tener resultados que mostrar. No sé si las ausencias de deben a que tal vez no había suficiente conocimiento que presentar formalmente”, explicó el Dr. Mata. Más información en la página: http://www.quimica.ucr.ac.cr/prifae/ o al teléfono (506) 2511-5048 con el Dr. Julio Mata Segreda.