Un grupo de escolares de la comunidad El Jobo de La Cruz de Guanacaste visitaron el Túnel de la Ciencia que se ubicó en la Villa Olímpica de Desamparados. Para muchos de estos niños, esta fue también la primera vez que conocieron la ciudad de San José.
Los escolares de El Jobo de la Cruz, visitaron el Túnel de la Ciencia el pasado 2 de diciembre acompañados de científicos que integran el Equipo Tora Carey y de dos madres de familia de esa localidad.
El viaje fue posible por iniciativa de la “Red para el Estudio Integral de las Tortugas Marinas” (RITMA) con el apoyo económico de la Vicerrectoría de Investigación, que cubrió los costos de transporte y alimentación.
La coordinadora de RITMA, la M.Sc. Maike Heidemeyer, explicó que la Red está integrada por la Universidad de Costa Rica (UCR), la Universidad Veritas, la organización no gubernamental “Asociación para la Conservación Integral de los Recursos Naturales Equipo Tora Carey”, además de otras organizaciones comunales y operadores turísticos de El Jobo.
Destacó que el Equipo Tora Carey trabaja junto con la comunidad de El Jobo en pro de la conservación e investigación de tortugas marinas y rayas. Cuentan con la colaboración de los pescadores locales y sus familias para monitorear y recolectar información sobre las tortugas y rayas de la zona.
La M.Sc. Heidemeyer explicó que, para integrarlos en la conservación de la fauna marina, “los niños fueron incluidos en los ‘monitoreos’, aprendieron a ‘esnorquelear’, aprendieron a apreciar las especies marinas y otras cosas que no ven en la escuela. Conseguimos un financiamiento para impartirles clases formales e informales sobre la fauna marina y la protección del mar.”
Las clases son impartidas por la educadora ambiental radicada en El Jobo Mathilde Giry, quien explicó que, como resultado de esta iniciativa se formó un grupo de 30 niños, que ellos mismos denominaron “Protectores del Medio Ambiente”. El grupo “se reúne todos los sábados, ya hay una clase oficial en la Escuela del Jobo por parte de un programa de bandera azul. Así logramos que la ciencia y la educación ambiental se incorporen en el día a día de estos niños”.
Cuando se enteró de la visita del Túnel de la Ciencia a Costa Rica, la M.Sc. Heidemeyer decidió que era una excelente oportunidad para traer a los niños de El Jobo a que visitaran esta exhibición científica internacional, y a la vez que conocieran San José.
Los niños visitaron el Túnel el pasado 2 de diciembre acompañados de los científicos que integran el Equipo Tora Carey y de dos madres de familia de El Jobo.
Uno de estos científicos es el biólogo marino, Dr. Sebastián Hernández Muñoz, quien es coordinador del Laboratorio de Biología Molecular (BIOMOL) de la Universidad Veritas.
Sobre el trabajo con los niños del Jobo, el Dr. Hernádez dijo que “con ellos trabajamos todos estos temas de investigación que nosotros realizamos, obviamente en un lenguaje mucho más claro”.
Enfatizó que los niños son parte importante de la investigación que realizan “porque básicamente son quienes nos ayudan, se meten al agua con nosotros, capturan las rayas, realizan todo un protocolo para poder recolectar una serie de información biológica que posteriormente es analizada en el laboratorio BIOMOL, en el caso de las rayas; en el caso de las tortugas todo lo que se trabaja junto a Maike en el CIMAR y en el CIBCM en la UCR”.
Una de las madres que visitó el Túnel es Kembly Mora Vargas, quien pertenece a la Asociación de Mujeres Emprendedoras de El Jobo.
Sobre el trabajo de los científicos con los niños dijo que “es muy importante que los niños vayan evolucionando su manera de pensar, cómo vivir y cómo convivir. En la parte de sus estudios, ha sido de gran importancia todo lo que ellos han aprendido con los biólogos allá en la comunidad, para que ellos sean los futuros biólogos o cuidadores del ambiente”.
Los niños se sorprendieron con la exhibición que contaba con atracciones científicas como esta pantalla conectada a una cámara con sensor térmico que reflejaba el calor del cuerpo humano.
Las tortugas marinas se ven amenazadas por la contaminación ambiental, el saqueo de huevos y la pesca por redes de arrastre, porque aunque la tortuga no se pesca directamente, frecuentemente son atrapadas según del arte de pesca utilizado.
Para contrarrestar esta situación, la Red trata de generar mayor conciencia en las comunidades costeras que de alguna manera están relacionadas con las tortugas marinas, así como incidir en las autoridades y tomadores de decisiones encargados de velar por la fauna marina.
Por ello se esfuerzan para que los resultados de sus investigaciones trasciendan más allá de las paredes del laboratorio y lleguen a la población.
Con ese fin organizan charlas con los pescadores, grupos comunales y niños, para que ellos también colaboren en la protección de las tortugas y comprendan que ello contribuye con el ambiente y puede ayudar a mejorar las condiciones de vida de los propios lugareños.
La Red ha logrado unir a diferentes investigadores que estudian las tortugas y que no tenían interrelación, así como crear un puente de unión entre la academia y los grupos que trabajan en el campo, todo lo cual ha dado un gran impulso a la investigación sobre tortugas.
Para este importante labor, en el 2013 la Red recibió ¢10 millones de colones del Fondo de Apoyo a Redes Temáticas de la Vicerrectoría de Investigación.
Para más información sobre el trabajo de la Red puede ingresar a la página de Facebook: RITMA, o contactar a Maike Heidemeyer, al teléfono (506) 8310-9813, o al correo maike.heidemeyer@ucr.ac.cr
Los niños pudieron venir desde El Jobo a visitar el Túnel de la Ciencia, gracias a la iniciativa de la “Red para el Estudio Integral de las Tortugas Marinas” (RITMA) con el apoyo de la Vicerrectoría de Investigación.