Un reciente estudio, dirigido por el Dr. Luis Fernando Aragón Vargas, exploró el potencial de la leche descremada y deslactosada como una alternativa viable a las bebidas deportivas tradicionales.
Este proyecto tiene como objetivo analizar la efectividad de la leche en comparación con el agua y las bebidas deportivas en la hidratación durante el ejercicio.
El Dr. Aragón, coordinador de la Cátedra de Integridad en la Investigación y director del HotLab del Centro de Investigación en Ciencias del Movimiento Humano (CIMOHU), enfatizó que no todas las bebidas hidratan de la misma manera.
“Para que cualquier bebida funcione bien como hidratante tiene que cumplir con varias características. Una de ellas es que sea agradable, que sea algo que dé ganas de tomar. Otro aspecto es que pueda ser tolerada al beberla en grandes cantidades. Y el tercer requisito es que sea accesible, tanto en disponibilidad como en precio”, explica.
Si bien el agua es la opción más común cuando se habla de hidratación, no siempre es la más efectiva. “El agua cumple con esas características, pero el cuerpo la expulsa muy rápido; además de que no contiene electrolitos”, señaló el investigador.
En comparación, las bebidas deportivas y la leche deslactosada y descremada ofrecen una mejor retención de líquidos y nutrientes. Según el Dr. Aragón la leche aporta calcio, proteína, grasa, carbohidratos y electrolitos como sodio y potasio, lo que la convierte en una alternativa interesante.
Como parte de la investigación, se sometió a adultos jóvenes de entre 18 y 35 años a pruebas de actividad física en bicicleta estacionaria. Las sesiones se llevaron a cabo en un ambiente controlado con una temperatura de 32 °C y una humedad relativa del 70 %.
Los participantes realizaron ejercicio durante 90 minutos con una intensidad del 60-75 % de su frecuencia cardíaca máxima.
Se compararon dos condiciones de hidratación:
Los resultados mostraron que la ingesta de leche fue ligeramente menor que la del agua, pero suficiente para mantener una adecuada hidratación. “En nuestro primer experimento, observamos que la ingesta voluntaria de leche durante el ejercicio, fue suficiente para mantener la hidratación, incluso cuando era menor que la de agua”, mencionó Aragón.
Además, de acuerdo con los componentes de la leche, que incluyen calcio y proteína, esta aporta un mayor aporte nutricional sumado a la hidratación, al ser ingerida durante y luego del ejercicio.
Personas miembras del equipo de investigación del CIMOHU que trabajó en los experimentos para identificar las características de la leche como bebida hidratante.
El estudio también responde a una necesidad poco explorada: las alternativas de hidratación para personas intolerantes a la lactosa. Con escasa investigación en este grupo, la leche deslactosada y descremada se presenta como una opción viable para quienes no pueden consumir leche regular y no tienen acceso a bebidas deportivas comerciales.
“Parte de la importancia de este hallazgo es que existe una alternativa para aquellas personas que por cuestiones de salud o económicas, no pueden acceder a bebidas deportivas. La leche deslactosada y descremada puede cumplir un papel clave en su hidratación y recuperación muscular”, destacó el investigador.
Este proyecto resalta la importancia de considerar alternativas accesibles y efectivas para la hidratación durante y después del ejercicio.
La leche deslactosada y descremada se posiciona como una opción que no solo mantiene los niveles de hidratación, sino que también aporta nutrientes esenciales para el rendimiento físico y la recuperación muscular.
Con estos hallazgos, la leche podría dejar de verse solo como un alimento básico en la dieta y consolidarse como una opción eficaz en el ámbito deportivo.
“Definitivamente, con actividad física y el consumo de leche, se puede mejorar la hidratación y la recuperación muscular, algo fundamental para cualquier deportista o persona físicamente activa”, concluyó el Dr. Aragón.