Es un ejercicio de empatía cosmopolita. Lo que podría parecer a primera vista un poema orientalista o exotizante se revela muy pronto como una táctica de aproximación al presente. Aquí el poeta le da la espalda al ensimismamiento del día y decide ausentarse de sí, perderse en el mar ignoto del otro. En sus páginas, Marín adopta la persona o la máscara de un yihadista, en esa figura tan esencial en el imaginario global contemporáneo dotándolo de humanidad. De esta manera, los versos nos ofrecen un yihadista que es lo que es, pero uno que también es adolescente enamorado, un hermano cariñoso. Es decir, El sol púrpura es el poema de la épica de este joven yihadista, sí; pero tambien es un poema sobre el amor, el compromiso y las maneras enlas que se da significado de la vida en el siglo XXI.
Autor: Alejandro Marín Solano