Lasiurus casteneus, especie de murciélago que puede encontrarse en bosques premontanos y montanos de Costa Rica.
Dra. Gloriana Chaverri Echandi colocando redes en el Valle del Silencio.
La diversidad de organismos vivos está influenciada principalmente por el clima, más que por cualquier otro factor biótico o abiótico. Por eso, el cambio climático es un fenómeno que se prevé afectará severamente a muchos organismos, con efectos concomitantes a los ecosistemas y su funcionalidad.
Se sugiere que las especies con mayor riesgo por efecto de la crisis climática son aquellas que tienen distribuciones restringidas, por ejemplo, las que habitan en zonas montañosas.
Lo anterior se debe, por un lado, a que estas especies de montaña tienen una baja tolerancia a temperaturas elevadas, y además, porque en estas zonas se ha pronosticado una mayor alteración en las condiciones climáticas debido al cambio climático.
Sin embargo, para determinar apropiadamente el efecto que tendrá la variación ambiental sobre las especies, es necesario evaluar el estado de vulnerabilidad de cada una.
Es decir, se debe considerar su capacidad de dispersión para colonizar nuevos ambientes, o su capacidad de adaptación a los cambios. Las posibles respuestas resultan ser particulares de cada especie, porque depende de las habilidades fisiológicas y perceptivas de los organismos, y hasta ahora son desconocidas en la mayoría de casos.
En este proyecto buscamos entender las capacidades sensoriales de los murciélagos insectívoros y determinar el efecto que tiene el aumento de la temperatura global sobre sus comunidades en los bosques montanos de Costa Rica.
Los murciélagos insectívoros dependen exclusivamente de la efectividad de sus llamados de ecolocación para orientarse y encontrar el alimento; sin embargo, esas señales acústicas de alta frecuencia son altamente sensibles a los cambios ambientales.
Para determinar el posible efecto del cambio de temperatura sobre las capacidades sensoriales de los murciélagos, realizamos experimentos controlados a diferentes temperaturas para poder precisar la capacidad de respuesta de los individuos a cambios previstos, y que estos les sean efectivos, para contrarrestar el impacto negativo en su capacidad de detectar presas.
Congresos y becas:
El equipo utilizado y la logística para realizar los experimentos son muy costosos, y ha sido imprescindible contar con el apoyo económico de la Universidad de Costa Rica y el financiamiento de otras instituciones que apoyan proyectos de investigación en América Latina, tales como: Bat Conservation International, National Geographic Society, The American Society of Mammalogists, The Rufford Foundation y Bat Conservation Trust.
La Organización de Estudios Tropicales (OET) apoyó con becas a estudiantes de posgrado y fue posible acceder a estadías gratis en sus estaciones biológicas, particularmente, en la Estación Biológica Las Cruces.
También obtuvimos el apoyo del DAAD (Servicio Alemán de Intercambio Académico) y del Journal of Experimental Biology, quienes financiaron una estancia en el Instituto Max Planck de Ornitología en Seewiesen - Alemania, en donde fue posible aprender técnicas esenciales para llevar a cabo los experimentos.
Como parte de este proyecto, también fue posible participar en la Conferencia Internacional de Investigadores de Murciélagos, que tuvo lugar en Tailandia en el 2019 y al curso de Comunicación Acústica, organizado por Southern Denmark University en Odense.
Resultados destacados:
Este proyecto fue realizado al considerar la importancia de generar, por primera vez para la región Neotropical, datos sobre la capacidad de los murciélagos insectívoros de modificar sus llamadas de ecolocalización, como una adaptación al cambio climático.
Esto es porque se conoce que el aumento de la temperatura ambiental incrementa la atenuación atmosférica con un efecto directo en la transmisión del sonido y por lo tanto en la distancia máxima a la que los murciélagos insectívoros son capaces de detectar sus presas.
Una posibilidad es que sean capaces de adaptar sus llamados de ecolocalización para contrarrestar ese efecto. Nuestro equipo predijo que para hacerlo, podrían disminuir la frecuencia de sus llamadas, aumentar la intensidad, incrementar la duración o una combinación de adaptación en cada uno de estos factores.
Nuestros resultados demuestran que para las especies del género Myotis, que son especies insectívoras sumamente comunes en las zonas altas de Costa Rica y el Neotrópico, no hubo un cambio significativo en la frecuencia de sus llamadas, y por lo tanto no podrían contrarrestar el efecto del aumento de la atenuación atmosférica.
De hecho, no encontramos diferencias entre dos escenarios, uno con datos promedio (no son capaces de adaptarse) y otro con datos reales (son capaces de adaptarse). La única especie que sí pudo contrarrestar este efecto fue la del género Eptesicus, ya que fue en la que observamos una disminución significativa de la frecuencia de sus llamadas. Esto confirma lo reportado en varios estudios, que sugieren que a menor frecuencia de sonido, menor es el efecto de la atenuación atmosférica.
Por otro lado, cabe mencionar que un resultado muy interesante es que para todas las especies observamos un aumento significativo en la duración de las llamadas al incrementar la temperatura.
Se sabe que la duración puede tener una influencia en la distancia de detección de presas y que, a mayor duración, mayor distancia de detección.
Aunque se requieren más estudios para determinar con precisión este efecto en el aumento de la duración de las llamadas de ecolocalización sobre la distancia de detección, nuestros resultados sugieren que esta respuesta podría ayudarles a mantener constante la distancia a la que detectan las presas.
Participación de instancias e instituciones
Internas:
Sede del Sur, Escuela de Biología, Escuela de Física, Centro de Investigaciones Geofísicas
Externas:
Organización para Estudios Tropicales, Max Planck Institute for Ornithology – Seewiessen, Alemania.