La Universidad de Costa Rica (UCR) reveló en conferencia de prensa que investigadores de la institución encontraron residuos de plaguicidas en algunas fuentes de agua de los distritos de Pital, Aguas Zarcas, Venecia de San Carlos y el cantón de Río Cuarto.
Los investigadores (as) de la UCR atribuyen la contaminación de las aguas a algunos de los agroquímicos que se utilizan en la producción de piña en la Zona Norte de Costa Rica.
Los resultados fueron revelados por el vicerrector de investigación de la UCR, Dr. Fernando García Santamaría, junto con los investigadores del Centro de Investigación en Contaminación Ambiental (CICA), la M.Sc. Laura Brenes Alfaro y el M.Sc. Greivin Pérez Rojas, en conferencia de prensa el 14 de junio del 2018 en la Facultad de Ciencias Sociales de la UCR.
El análisis de las fuentes de agua de esa Región fue realizado como parte del “Proyecto de buenas prácticas agrícolas en la producción de piña en la Zona Norte”, que lleva a cabo el CICA de la UCR, en conjunto con el Servicio Fitosanitario del Estado del Ministerio de Agricultura y Ganadería (SFE-MAG).
Para efectuar el análisis, los investigadores del CICA tomaron muestras los años 2015, 2016 y 2017, en 22 sitios de aguas superficiales en ríos y quebradas, así como en diez sitios de aguas subterráneas en pozos y nacientes localizados en los distritos mencionados.
En el comunicado oficial emitido por la UCR se informa que "a partir del primer año de análisis de muestras se observaron tendencias sobre la presencia de trazas (cantidades minúsculas) de ingredientes activos de bromacil detectados en algunos pozos y nacientes de varias Asadas (Asociaciones Administradoras de los Sistemas de Acueductos y Alcantarillados Comunales) que fueron muestreadas, previo al tratamiento del agua para consumo, lo que llevó a los investigadores (as) del CICA a informar a las autoridades competentes".
El investigador del CICA, el M.Sc. Greivin Pérez Rojas, aclaró que las concentraciones de ingredientes activos de plaguicidas son bajas según los parámetros establecidos por entes internacionales como la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de los Estados Unidos de América (EEUU).
Sin embargo agregó que en algunos casos, esas concentraciones sobrepasan los niveles de calidad para residuos agroquímicos estipulados por el Reglamento para la Calidad del Agua Potable que vigente nuestro país. Por lo que se procedió a informar a las autoridades competentes.
Los plaguicidas con más presencia en las llamadas aguas superficiales de ríos y quebradas fueron el bromacil, el diurón y la ametrina, que se utilizan en el cultivo de la piña.
Hay que tomar en cuenta que la importación de bromacil fue prohibido en Costa Rica desde el 24 de mayo del 2017 y su utilización desde noviembre de ese año. También fueron encontrados en menor cantidad residuos de carbendazim, metalaxil y hexazinona.
En el caso de las aguas subterráneas el plaguicida más frecuentemente detectado fue el bromacil. Al respecto, el M.Sc. Pérez dijo que “en el caso del bromacil nosotros si detectamos y cuantificamos concentraciones en aguas subterráneas. Fue el único caso, entre más 120 plaguicidas analizados, en que se presentó con respecto a un valor mayor al que establece la regulación nacional en el reglamento de calidad de agua potable”.
En la investigación también se tomaron muestras de piña de la zona para rastrear la presencia de residuos de plaguicidas, pero ninguno de los niveles detectados sobrepasó los límites máximos permitidos en esa fruta.
En el marco de ese mismo proyecto, el CICA lleva a cabo capacitaciones y campañas informativas con los productores de piña para que disminuyan el uso de plaguicidas y logren un manejo apropiado sus piñales, ya que en la Zona Norte existen más de 150 fincas dedicadas a este cultivo.
Al respecto la M.Sc. Laura Brenes Alfaro explicó que “tenemos programas de capacitación muy fuertes en diversos temas que se han estado desarrollando desde el 2016.
“En temas relacionados con el control biológico, el cultivo de piña, generalidades sobre el comportamiento ambiental de los agroquímicos, el manejo del rastrojo que es un problema muy presente en la zona.
“También hemos tratado aspectos generales del cambio climático y su relación con la agricultura. Hemos conversado con la comunidad sobre la importancia de la recuperación y conservación de suelos, así como su relación con el uso de plaguicidas. “En la parte de salud humana hemos inculcado el uso de equipo de protección personal y en salud ambiental hemos creado conciencia sobre el recurso hídrico, el manejo de aguas residuales y la reducción de la carga química en los casos que sea necesario”. (VER VIDEO: Implementación de buenas prácticas piñeras en la zona norte de Costa Rica)
El vicerrector de investigación de la UCR, Dr. Fernando García Santamaría, aclaró que la UCR es una institución académica encargada de hacer investigación y que “en su momento alertamos a las autoridades competentes sobre los resultados de esta investigación. Lo que hicimos con esta investigación es generar información pertinente para que los tomadores de decisiones puedan realizar sus funciones”.
Enfatizó que desde el 2015 se han estado enviando informes de resultados al Servicio Fitosanitario del Estado (SFE) del MAG, cuyo ministro a su vez ha remitido la información al Ministerio de Salud.
Por su parte el M.Sc. Pérez destacó que en Costa Rica las concentraciones de residuos químicos en aguas de ríos y quebradas no están reguladas de acuerdo con el reglamento 33601-MINAE-5.
Pero “este proyecto servirá como línea base para que las autoridades competentes puedan actualizar la regulación nacional en materia de valores máximos permitidos de plaguicidas por medio de futuras investigaciones que complementen la actual”.
La información fue divulgada por el Dr. Fernando García Santamaría (centro), vicerrector de investigación, y los investigadores (as) M.Sc. Laura Brenes Alfaro (izq.) y el M.Sc. Greivin Pérez Rojas (der.), de la Vicerrectoría de Investigación y el CICA, respectivamente.