Además, los (as) investigadores (as) han demostrado que el ritmo al que se dan los pasos tiene también beneficios adicionales, y es mejor andar rápido que lento. Si nos centramos en el riesgo de morir por enfermedad cardiovascular, la mayor parte de los beneficios se observan alcanzando aproximadamente 7.000 pasos.
El estudio, publicado esta semana en una de las mejores revistas de Cardiología del mundo (Journal of the American College of Cardiology), propone por primera...