Perseguir la llamada “Hollywood smile” está llevando a los ticos, con mayor frecuencia, a someterse a tratamientos prolongados de blanqueamiento dental. ¿Tiene esto algún efecto en el esmalte de la dentadura?
El estudio concluyó que someterse a blanqueamientos por periodos prolongados conlleva riesgos de desmineralización del esmalte.
Esa pregunta fue el objeto de estudio de una investigación recién concluida en la Facultad de Odontología de la Universidad de Costa Rica (UCR), liderada por la Dra. Tatiana Vargas Koudriatsev a lo largo de tres años.
El proyecto fue desarrollado en asocio con el Dr. Óscar Andrei Herrera Sancho, especialista del Centro de Investigaciones en Ciencia e Ingeniería de los Materiales (CICIMA), de la UCR, en donde se empleó la técnica de espectroscopía Raman, que permite usar un láser para analizar la composición físico-química de los materiales.
El estudio, del tipo “in vitro”, se enfocó en valorar si el esmalte dental, en su contenido de minerales y molecular, sufría alguna alteración después se someterse a diversos blanqueamientos tal y como se hace en los consultorios odontológicos.
Las muestras empleadas en el estudio se seleccionaron, de manera aleatoria, del banco de dientes de la Facultad de Odontología, para lo cual se determinó que debían estar en perfecto estado y provenir de personas adultas a quienes se les extrajeron por razones periodontales o ortodónticas.
Según la Dra. Vargas, se hicieron nueve grupos experimentales de diez piezas dentales cada uno; a lo largo de tres años se probaron seis tipos de blanqueamientos. Por el tipo de pruebas, las piezas empleadas se descartaron una vez concluida la investigación.
Las muestras fueron valoradas por medio de la espectroscopía Raman antes y después de aplicar los tratamientos.
Al ser esta una técnica no destructiva, cada una de las muestras pudieron ser usadas a lo largo del periodo de experimentación. Cada pieza fue identificada para conocer los resultados específicos de los blanqueamientos.
Se aplicaron dos tipos de tratamientos: los blanqueamientos con el uso de fundas como los que el paciente se aplica en la casa, hasta por cuadro semanas. En este caso, en el primer año del estudio, se hicieron sesiones diarias de blanqueamientos y, cada semana, se practicaron las mediciones con la espectroscopía Raman para ver el estado de los esmaltes dentales.
En el segundo año, con tres grupos experimentales, se simularon las condiciones de los tratamientos en los consultorios odontológicos. Para esto, los dientes se sometieron a sesiones de blanqueamiento de 8 a 30 minutos; a diferencia de los tratamientos en casa, donde se emplean bajas concentraciones de peróxido de hidrógeno (del 9 al 13%), en las intervenciones de oficina se usaron niveles más elevados de este compuesto químico (cerca del 20%).
En los experimentos también participaron estudiantes de odontología, quienes pudieron realizar sus proyectos de graduación.
“Los estudiantes siguieron los protocolos de las pruebas; nos ayudaron en las aplicaciones diarias y a la vez participaron en las sesiones de oficina”, explicó la experta.
De acuerdo con la Dra. Vargas, los análisis de espectroscopía Raman se prolongaban hasta por cinco horas; paso seguido, se debía hacer la lectura y la interpretación de los datos.
Los hallazgos del proyecto contrastan con lo reportado en la literatura científica. Mientras hay estudios que indican que los tratamientos con peróxido de hidrógeno, realizados por periodos largos, no afectan el esmalte dental; en Costa Rica a lo largo de las cuatro semanas de experimentos se demostró que sí hay una diminución de las moléculas de fosfato y de carbono en el esmalte dental.
“Vimos que sí se disminuyeron esas moléculas; con lo cual puede haber un aumento de la porosidad de los prismas del esmalte. Esto implica que piezas pueden estar más susceptibles a la disolución o al desgaste de este componente del diente”, explicó la investigadora.
Por su parte, los análisis con las muestras en oficina, en dos sesiones simultáneas de 8 a 30 minutos, según dicta el fabricante, determinaron que no hubo pérdida de minerales en las piezas.
“En este caso tuvimos que rechazar la hipótesis porque pensábamos que esos tratamientos iban a conllevar una mayor pérdida de minerales; eso no fue así”, manifestó la Dra. Vargas.
La conclusión del estudio de la UCR es que someterse a blanqueamientos por periodos prolongados (hasta cuatro semanas) conlleva riesgos de desmineralización del esmalte; por lo tanto, no se recomienda que las personas realicen este procedimiento más de una vez al año.
Se observó que a pesar de las bajas concentraciones del agente blanqueador (peróxido de hidrógeno), lo prolongado del tratamiento aumenta el riesgo de desmineralización del esmalte; esto a pesar de los agentes mineralizantes intrínsecos que ofrecen los fabricantes.
Otro hallazgo del estudio fue el comprobar cómo la presencia de la molécula de dióxido de titanio está directamente implicada en la blancura o claridad de las piezas dentales. Esta sustancia proviene mayormente de la dieta o como resultado de la aplicación de pastas dentales.
“Vimos el aumento de esta molécula conforme pasaban las semanas del tratamiento de blanqueamiento y mucha literatura concuerda en que la cantidad de dióxido de titanio en el esmalte se relaciona con la claridad de las piezas”, detalló la investigadora.
Si bien la constitución de la dentadura depende de la dieta y la genética de los individuos, la blancura de sus piezas está relacionada con del tamaño de las moléculas presentes en la dentina, que es el tejido intermedio del diente o sustancia ebúrnea, considerado como el segundo tejido más duro del cuerpo humano después del esmalte dental.
La dentina se reconstituye de manera natural en el diente y, por tanto, es el que se altera cuando se realizan tratamientos de blanqueamiento. Según explica la Dra. Vargas, el peróxido de hidrógeno o el peróxido de carbamida penetra y descompone las sustancias orgánicas en un menor tamaño, que es lo que al final hace que se refleje más la luz y se dé el efecto de blancura.
La apariencia de la dentadura se ha vuelto un “activo” para estar a tono social y culturalmente; en América Latina la población sigue las tendencias cosmetológicas vigentes en Estados Unidos de América; así el modelo de “Hollywood smile”, o la sonrisa perfecta, destellante, se ha puesto de moda en la Región.
Más allá de lo concerniente a los tratamientos de blanqueamiento, la literatura científica considera que los dentífricos y los enjuagues bucales que contengan menos de un uno por ciento de peróxido de hidrógeno no suponen riesgos para la salud bucodental de las personas.
Del mismo modo, las personas deberían observar las propiedades abrasivas de las pastas dentales, ya que se considera que su uso prolongado puede afectar el esmalte dental.
Dra. Tatiana Vargas Koudriavtsev, profesora de la Facultad de Odontología e investigadora principal del estudio.