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Identifican familias afectadas con enfermedad de Huntington

César A. Parral
28. 09. 15

La mayoría de las 44 personas diagnosticadas con la enfermedad de Huntington (HD, por sus siglas en inglés) por el Instituto de Investigaciones en Salud de la Universidad de Costa Rica (INISA-UCR) durante los últimos diez años, provienen de 14 familias de todas las provincias del país.

M.Sc. Melissa Vásquez Cerdas, investigadora de la sección de Genética Humana del INISA, a cargo de las investigaciones sobre la enfermedad de Huntington.

La enfermedad de Huntington, descrita inicialmente por el médico estadounidense George Huntington (1872), es una enfermedad neurodegenerativa progresiva del sistema nervioso central, la cual afecta áreas determinadas del cerebro, especialmente la corteza cerebral y el estriado (se ubica en el interior de los hemisferios cerebrales).

Las manifestaciones clínicas se caracterizan por un cuadro progresivo de movimientos anormales, rápidos e involuntarios (coreicos), que afectan con mayor frecuencia las extremidades y la cara, además de trastornos neuropsiquiátricos y deterioro progresivo e irreversible de las funciones cognitivas (problemas de atención, planificación, reconocimiento de emociones, diminución de la capacidad de aprendizaje).

Los expertos consideran que esta enfermedad la sufren entre 10 y 13 personas de cada 100.000 habitantes en poblaciones de Europa Occidental (caucásica) y descendientes de estas, con igual incidencia en ambos sexos. Esto significa que en Costa Rica podrían tener la enfermedad alrededor de 500 personas.

El INISA cuenta con la capacidad técnica y humana para realizar el diagnóstico molecular de la HD y confirmar los diagnósticos clínicos que realizan previamente los médicos neurólogos.

Este Instituto comenzó a realizar este diagnóstico desde el 2004, y desde entonces se han evaluado 116 individuos remitidos por clínicas y hospitales de todo el país. De estos, 36 personas tenían diagnóstico clínico o presuntivo de enfermedad de Huntington y 80 eran familiares en riesgo.

Las investigaciones determinaron que de los 36 pacientes con diagnóstico clínico previo de HD, 15 resultaron negativos (aunque mostraban síntomas de un trastorno motor) y 21 resultaron positivos. Mientras que de los 80 familiares de esos pacientes, 23 resultaron positivos y 57 negativos.

“Nosotros no hemos hecho estudios genealógicos específicos, pero por lo que hemos podido conocer, los pacientes pertenecen a 14 familias distribuidas en todo el país, de todas las provincias”, manifestó la M.Sc. Melissa Vásquez Cerdas, investigadora de la sección de Genética Humana del INISA que está a cargo de las investigaciones sobre la enfermedad de Huntington.

Edad de inicio

De acuerdo con la investigadora, la edad de manifestación de la HD es altamente variable y la incidencia en ambos sexos es similar. Por lo general se presenta entre los 30 y los 50 años de edad (a esto se le denomina HD clásica), cuando muchas personas ya ha procreado una familia, por eso se dice que es una enfermedad de manifestación tardía.

Sin embargo, las investigaciones del INISA muestran que también puede manifestarse, aunque en menor proporción, antes y después de esas edades. Un ejemplo de ello es un caso reciente de una niña de siete años que ya presenta la enfermedad.

“La HD es invariablemente fatal, sin períodos de remisión (No hay periodos donde la enfermedad desaparezca por completo o donde no hayan signos ni síntomas de la enfermedad). El intervalo promedio desde el inicio de los síntomas motores hasta la muerte oscila entre 15 y 20 años, sin diferencia entre sexos (...) Por lo general las personas terminan con graves problemas de salud y mueren por atragantamiento, infecciones, neumonías o desnutrición”, agregó la investigadora.

“La enfermedad se hereda desde el nacimiento, pero los síntomas comienzan a manifestarse por lo general en esas edades (30 a 50 años). Nosotros hemos hecho exámenes a personas que son asintomáticas, pero ya se sabe que la enfermedad está presente en la familia, y por lo tanto son personas que tienen riesgo”, explicó la experta.

La enfermedad de Huntington es una de las enfermedades hereditarias del cerebro más frecuentes. Actualmente se dice que es el trastorno neurológico monogénico (lo causa una mutación en un solo gen) más común en países desarrollados y se transmite por igual por línea paterna y materna.

Presenta un patrón de herencia autosómico dominante (riesgo del 50%), con expresividad variable y penetrancia completa (el 100% de las personas con más de 40 tripletas CAG va a manifestar la enfermedad, o sea que si la persona tiene la mutación, en algún momento de su vida va a tener la enfermedad).

En la enfermedad de Huntington -explica la M.Sc. Vásquez- la tripleta CAG (Citosina, Adenina, Guanina) se repite un número de veces en un gen específico, entonces al agrandarse, la proteína que se origina de ese ADN (ácido desoxirribonucleico) resulta defectuosa.

Esto hace que no cumpla su tarea normal dentro de la célula, sino que adquiere funciones tóxicas y realiza interacciones que antes no tenía. Esto provoca un descontrol en las neuronas del cerebro; lo que lleva a la muerte de las células y a la manifestación de los síntomas clínicos que se observan.

Los hombres y las mujeres son afectados por igual y el riesgo de transmitir el gen a la descendencia es del 50%, (cada hijo (a) de un padre/madre afectado (a) tiene un riesgo del 50% de heredar y desarrollar la enfermedad), es decir las probabilidades son extremadamente altas.

Todos los individuos que hereden el alelo mutado (tienen 40 o más tripletas CAG) eventualmente desarrollarán la enfermedad, a menos que mueran de otras causas antes del inicio de los síntomas. Entre mayor sea el número de repeticiones CAG, menor será la edad de inicio de la enfermedad y más severos los síntomas

Utilidad de diagnóstico

Según explicó la M.Sc. Vásquez, estas investigaciones son muy importantes porque permiten establecer un diagnóstico clínico correcto en casos donde la persona presenta síntomas, lo cual optimiza su manejo clínico. Muchas veces las personas no saben que tienen esta enfermedad o desconocen su origen, por lo que atribuyen el padecimiento a castigos divinos o a malos comportamientos sociales

También es importante para los familiares en riesgo de desarrollarla, (personas que no presentan síntomas), pues en estos casos el diagnóstico pre-sintomático les permite aliviar la incertidumbre al conocer con certeza si son o no portadores de la mutación y la posibilidad de transmitirla a sus hijos.

“Hemos llenado un gran vacío en estas familias explicándoles que es una enfermedad hereditaria, que si bien no tiene cura, es tratable. Los pacientes pueden recibir medicamentos que controlen o aminoren los síntomas o episodios depresivos. También la terapia física puede ayudarlos a atenuar los movimientos involuntarios, por ejemplo

Tanto a las personas afectadas como a los familiares en riesgo, se les brinda asesoramiento genético que les permita planear el cuidado futuro de su salud y tomar decisiones para mejorar su calidad de vida.

“Hay que tener claro que los diagnósticos moleculares no pueden predecir cuándo va a empezar la enfermedad o cuando se van a desarrollar los síntomas. Sólo nos indican si la persona tiene o no la mutación que causa la enfermedad. No es posible saber cómo va a evolucionar la enfermedad”, dijo la investigadora.

Los servicios de neurología de los hospitales nacionales no realizan este tipo de estudios moleculares y en la mayoría de los casos no se cuenta con los diagnósticos clínicos confirmados por biología molecular, lo que impide que reciban las medidas terapéuticas y de rehabilitación adecuadas.

Investigaciones continúan

Hay varios aspectos aún desconocidos acerca de la HD. Muchos de ellos están aún en debate entre la comunidad científica de todo el mundo, como son los mecanismos responsables de la expansión y la vía que lleva a la neurodegeneración.

“Muchos de los estudios actuales van dirigidos a conocer los mecanismos patogénicos, por qué se mueren las neuronas, cómo interactúan las proteínas defectuosas, las estrategias terapéuticas, etc.”, agregó la investigadora.

En el caso del INISA las investigaciones continuarán con los pacientes cuyo diagnóstico resultó negativo para la enfermedad de Huntington, pero que mostraban síntomas de un trastorno motor semejante a la HD, mediante la búsqueda de mutaciones en otros genes. Esto implica implementar el diagnóstico y estandarizar protocolos al igual que se hizo con Huntington.

“Es necesario complementar el estudio con la búsqueda de mutaciones en otros genes para darle respuesta a esos pacientes y a los familiares y médicos tratantes, para lograr un diagnóstico certero que facilite el manejo clínico de esos pacientes”, explicó la investigadora.

Adicionalmente el INISA brinda apoyo a personas con la enfermedad o a sus familiares, por medio de charlas de capacitación, información y asesoría genética.

También estas personas pueden buscar ayuda en el Centro de Atención Psicológica (CAP) de la UCR y en la Asociación Alzheimer y Otras Demencias Afines de Costa Rica (ASCADA),

al teléfono (506) 2511-2150 o (506) 2511-2149 o al correo-e:melissa.vasquez@ucr.ac.cr o en la página: http://www.inisa.ucr.ac.cr/