Tras años de investigación, una científica de la Universidad de Costa Rica (UCR) y otra de España lograron desarrollar una cápsula que contiene principios activos de la variedad de la Uncaria tomentosa, que crece en Costa Rica, conocida como “uña de gato”, que contribuye a la prevención de varias enfermedades y coadyuva al cuidado de la salud.
Las hojas de "uña de gato" se cosechan en Pococí de Limón donde son secadas y enviadas a España. En ese país se realiza el proceso industrial para obtener el extracto que luego se encapsula para distribuir en Europa.
La investigadora del Laboratorio de Bioactividad para el Desarrollo Sostenible (BIODESS), de la Escuela de Química de la UCR, Dra. Mirtha Navarro Hoyos, junto con la investigadora del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (CIAL) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, Dra. María Monagas Juan, lograron demostrar que la “uña de gato” es rica en polifenoles, concretamente en proantocianidinas, a los cuales se les atribuyen importantes cualidades antioxidantes, antimicrobianas, cardioprotectoras, y antitumorales, entre otras propiedades saludables.
Como resultado de años de investigación de ambas científicas, se ha desarrollado un proceso de extracción de dichos compuestos del cual se presentó una solicitud de patente que permite producir un producto encapsulado.
Este el primer producto botánico derivado del licenciamiento de un procedimiento patentado de la UCR. Es un producto de alta calidad, rico en procianidinas y propelargonidinas, reconocidas por su aporte para mejorar el sistema inmune humano.
Acualmente este suplemento se vende en Europa y próximamente se distribuirá en Costa Rica bajo el nombre "Nova Life".
Las plantas de “uña de gato” se cultivan en Pococí de Limón, de ellas se obtienen las hojas que se someten a un proceso de secado. Estas son enviadas a España donde se realiza el proceso industrial para obtener el extracto pulverizado de “uña de gato”.
Este extracto es encapsulado en España para distribuirlo en Europa. También es enviado a Costa Rica para ser encapsulado aquí y distribuido en el país, con la expectativa de poder hacerlo en el futuro en otros países de la Región. .
La patente se licenció para su escalamiento a nivel industrial a ALPULI S.A., una empresa costarricense con vínculos en España. Luego esta y su aliada ALPULI Europa S.L. buscaron alianzas con otras compañías españolas para el escalamiento.
Sobre esto la Dra. Mirtha Navarro Hoyos, una de las mejores especialistas en química y medicina natural de América Latina, detalló que “la empresa española Anagalide S.A., es la que desarrolló con éxito la producción industrial del extracto enriquecido en polifenoles de la "uña de gato" costarricense; y las empresas Plantapol S.L. y Margan Biotech S.L. las que se encargan respectivamente de encapsular y comercializar el producto bajo la marca 'NOVA LIFE' en Europa; así como las empresas costarricenses Cenco-Lab S.A. y Grupo DIM S.A., las que se encargan respectivamente de encapsular y de dar inicio a la comercialización del producto 'NOVA LIFE' en Costa Rica”.
Adicional a los beneficios para la salud, este desarrollo científico también trae beneficios al agricultor costarricense, ya que la materia prima se cultiva de manera sostenible en el país.
Actualmente han sido cultivadas veinte hectáreas por personas agricultoras de Pococí, quienes mejoraron los sistemas de cultivo para cosechar las hojas y se exportan periódicamente miles de kilos de estas para ser procesadas en España.
La investigación se desarrolló principalmente en el BIODESS de la Escuela de Química de la UCR y en el patentamiento se contó con el apoyo de la Unidad de Gestión y Transferencia del Conocimiento para la Innovación (PROINNOVA), de la Vicerrectoría de Investigación de la UCR.
En Costa Rica las cápsulas se comercializarán en frascos con 60 unidades; que se podrán conseguir en farmacias y macrobióticas por un precio que actualmente rondaría los $50, es decir aproximadamente unos ₡30 mil.
La investigación demostró que la hojas de "uña de gato" son ricas en un tipo de polifenoles llamados proantocianidinas, a los que se les atribuyen importantes cualidades antioxidantes, antimicrobianas, cardioprotectoras, y antitumorales.
Antes de consumir este producto, es importante contar con la recomendación del médico tratante que dé su autorización considerando el padecimiento y las posibles contraindicaciones.
En el lanzamiento oficial de "Nova Life" en el país, participó el médico especialista en medicina ortomolecular el Dr. Alexis Naranjo, quien explicó que el producto no está recomendado para menores de edad ni mujeres embarazadas.
El Dr. Naranjo fue enfático en que aquellas personas "que toman medicamentos contra alguna enfermedad crónica como diabetes o hipertensión no deben sustituir su tratamiento para consumir la “uña de gato".
Además, aclaró que "'Nova Life' puede traer beneficios, pero es a su médico a quien corresponde saber si usted puede o no dejar el medicamento, usted no lo haga”, enfatizó.
También aclaró que, si alguna persona desea utilizar medicamentos derivados de productos naturales, sobre todo "si usted está con tratamientos más agresivos, como una quimioterapia, informe a su médico".
Agregó que casos específicos "los remedios naturales podrían restar acción al tratamiento de la enfermedad, y la 'uña de gato' no sería la excepción".
El Dr. Naranjo aclaró que aunque “a diferencia de otros productos naturales que se venden en el mercado, 'Nova Life', derivado de la planta 'uña de gato', cuenta con el respaldo de estudios realizados en la UCR y el CSIC de España”. Pero fue enfático en que aún se deben realizar investigaciones más profundas para reafirmar el potencial que tiene la "uña de gato" para impactar positivamente la salud humana.
Durante el lanzamiento del producto en Costa Rica, también estuvo presente la vicerrectora de Investigación de la UCR, Dra. María Laura Arias Echandi, quien destacó que además de la publicación de resultados en revistas científicas internacionales, los (as) científicos (as) tienen el compromiso de transferir sus conocimientos para mejorar la calidad de vida de las personas.
En este sentido afirmó que “el conocimiento debe pasarse al sector socioproductivo o a la sociedad, para devolverle a esta el conocimiento y que pueda usarse y ser útil para las personas”.
En la entrevista a continuación, la Dra. Mirtha Navarro, investigadora principal del proyecto, explica cómo ha sido el largo proceso de investigación, sus hallazgos, así como la transferencia de este conocimiento científico a la sociedad y su escalamiento industrial.
MV: ¿Cómo surgió la idea de desarrollar este tipo de estudios en Costa Rica?
MN: Fue a raíz de que con mi colega, la Dra. María Monagas Juan, del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación, CIAL, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, comenzamos a ponderar cuál podía ser el tema que diera inicio al establecimiento de un laboratorio de investigación en Costa Rica, luego de haber laborado yo por varios años en productos naturales fuera del país. Ambas sabíamos que queríamos trabajar en un nicho innovativo de la química y de los efectos biológicos saludables de estos productos.
En esa época, la “paradoja francesa” había sido formulada por epidemiólogos de ese país con respecto a la baja incidencia y mortalidad de enfermedades coronarias a pesar del alto consumo de colesterol y grasas saturadas en la dieta francesa. Esto se relacionó con el consumo de vino, pero ¿Cuál era la razón científica detrás de ello? Esta razón la constituían unos compuestos que recién podían comenzar a ser estudiados dada sus características y complejidad, que requerían avances tecnológicos especializados. Estos compuestos, que estaban presentes en el vino, eran los polifenoles.
M.V: ¿Y cómo fue que se llegó del vino a la “uña de gato”?
MN: Con esta decisión de estudiar polifenoles, nuestra ponderación entonces requería la selección de un sustrato costarricense que pudiéramos deducir, con base en la literatura científica, que fuese rico en estos polifenoles. En este proceso, ponderamos frutas, que ya venían siendo estudiadas y otros cultivos, sin embargo, fue la “uña de gato” la que llamó nuestra atención, al ser una planta utilizada en medicina tradicional y comercializada globalmente, que había sido muy estudiada por sus diversas propiedades saludables.
Sin embargo, los estudios científicos se habían enfocado en un tipo de compuestos, los alcaloides, pero que no alcanzaban a explicar todos los beneficios para la salud que se le atribuían a esta planta.
Por último, otra decisión era si nos abocábamos, teniendo en cuenta los recursos financieros limitados a los que podíamos acceder, a evaluar las cortezas y las raíces, que eran las partes de la planta más utilizadas y comercializadas. Sin embargo, decidimos, después de observar las plantas en Costa Rica, estudiar también las hojas y los tallos es decir la planta como un todo, pero de forma diferenciada en sus partes, pensando sobre todo en un futuro uso sostenible.
MV: ¿Cómo fue surgiendo la idea y el reto de crear un producto nuevo a partir de una planta costarricense a la que la tradición popular le atribuía facultades medicinales?
MN: La Uncaria tomentosa, conocida como “uña de gato”, es una de las plantas medicinales con usos tradicionales más extendidos a nivel internacional, por sus propiedades bioactivas atribuidas principalmente a los “alcaloides oxiindólicos” presentes en dicha planta. Pero existía la limitación de obtener muy poca cantidad de dichos compuestos. La obtención de extractos de forma más eficiente y extendida implicaba procesos costosos.
En la última década, los avances en tecnología permitieron identificar y evaluar en plantas y alimentos, otros tipos de compuestos, los polifenoles, que tienen propiedades antioxidantes, antimicrobianas, antitumorales, protectoras del sistema cardiovascular, entre otras. Estos polifenoles, aunque diversos, poseen ciertas características estructurales o cualidades comunes, que permiten procesos de extracción más eficientes, con mayor contenido de ellos.
Es así, que un grupo de investigadores del CSIC de España, liderado por la Dra. María Monagas Juan, y del grupo Bioactividad para el Desarrollo Sustentable (BIODESS) de la Escuela de Química de la UCR, liderado por mi persona, nos abocamos a trabajar con esta planta “uña de gato” costarricense, pero con un enfoque diferente al tradicional, con énfasis en conocer su contenido de polifenoles y estudiar sus potenciales propiedades bioactivas.
MV: Usted mencionó que al inicio decidieron estudiar toda la planta: corteza, raíz, tallo, hojas, ¿Por qué al final decidieron utilizar solo las hojas?
MV: Uno de los retos de trabajar con esta planta, era que se trata de una liana, de la cual se había estudiado sobre todo su corteza o raíz, además de que se requerían años de crecimiento y espera para su utilización. Además, este uso no era sostenible, puesto que, al cortar la corteza o raíz, se destruye la planta.
Nuestros estudios mostraron novedosamente que las hojas de la "uña de gato" costarricense contenían abundantes polifenoles, específicamente proantocianidinas, como ya mencioné, que son muy importantes por sus actividades antioxidantes, antimicrobianas y cardioprotectoras, entre otras propiedades saludables.
Con estos novedosos resultados y los altos porcentajes de polifenoles obtenidos de las hojas de la planta, se logró en conjunto con el CSIC, el registro de una patente en España, acerca del proceso de obtención de extractos enriquecidos de polifenoles. Y, dado el interés, se licenció la patente para su escalamiento a nivel industrial a ALPULI S.A., una empresa costarricense con vínculos en España.
MV: ¿Cómo se llegó al proceso de obtención del extracto? ¿Qué se desarrolló en la UCR y qué en conjunto con el CSIC?
MN: El trabajo fue conjunto entre científicos del CSIC y de la UCR, donde la Dra. Monagas y yo diseñamos proyectos de investigación alrededor de esta planta y participamos en concursos internacionales, consiguiendo recursos en una primera fase de la Agencia para la Cooperación Internacional y el Desarrollo (AECID) de España y de la Fundación Costa Rica-Estados Unidos (CRUSA) por dos años, y, con base en los resultados, se logró un segundo financiamiento del AECID.
La UCR trabajó en la optimización del proceso de extracción selectivo hacia los polifenoles, utilizando diferentes solventes y condiciones. Esta optimización se hizo con base en resultados de rendimiento, así como de contenido polifenólico de los extractos y la evaluación de su actividad antioxidante.
Pero fueron fundamentales a su vez los análisis de una técnica especializada llamada “Espectroscopia de Masas de Alta Resolución” acoplada a “Cromatografía Liquida de Alta Resolución”, los cuales fueron realizados en el CSIC, al no tener acceso a estos análisis en la UCR.
La interpretación conjunta de los análisis y resultados por parte de las líderes de los equipos CSIC-UCR, permitió que se fueran tomando decisiones hacia cambios en los procesos, fragmentaciones y luego para extrapolar a medios alcohólicos y acuosos, necesarios para una aplicación en la industria de suplementos nutricionales.
El haber logrado lo anterior, un proceso eficiente y compatible, así como el lograr un alto rendimiento de contenido polifenólico, permitió que sea un proceso de interés para su escalamiento a nivel industrial.
En efecto, con base en el licenciamiento de esta patente UCR-CSIC, la empresa ALPULI S.A. y su aliada ALPULI Europa S.L. buscaron alianzas con otras compañías españolas para su escalamiento, en un proceso de realimentación constante con BIODESS de la UCR.
Otro logro importante para el desarrollo local en Costa Rica, ha sido que ALPULI S.A. en conjunto con productores de Pococí en la Zona Atlántica del país, se trabajó en las posibilidades de una producción sostenible, lográndose adaptar el crecimiento usual de liana para poder cultivarla como arbustos que permitieran la cosecha de las hojas y su utilización sostenible, lo que ha permitido asegurar el ciclo de producción, con materia prima costarricense de calidad por parte de productores locales.
MV: La investigación ha tardado más de una década, ¿Cuándo empezaron a obtener resultados esperanzadores?
MN: No había transcurrido el primer año y los resultados iniciales ya mostraban el enorme potencial, la enorme riqueza de contenido de polifenoles, y, sobre todo, en las hojas de hasta un 15% en extracto sólido. Ya en el segundo año, teníamos suficiente evidencia para poder afirmar que no solo era alto el contenido de polifenoles, sino que la estructura de estos compuestos era muy particular, así fuimos las primeras, el primer grupo de investigación a nivel mundial, en describir el hallazgo de proantocianidinas, que son los polifenoles más apreciados por sus propiedades saludables, existiendo estas proantocianidinas en abundancia en las hojas de la "uña de gato" costarricense.
Las evidencias nos mostraban la posibilidad de publicaciones científicas internacionales, que luego se hicieron realidad en seis diferentes publicaciones en revistas como Molecules, Antioxidants y Plants, que se lograron años después. ¿Por qué? Porque antes de publicar, consultamos con especialistas europeos coincidiendo en que los resultados logrados en esos dos primeros años y que venían obteniéndose en el tercer año, constituían suficiente evidencia para hacer extractos y procesos innovativos, que podían ser objeto de transferencia tecnológica y que de esta forma pudieran constituir un aporte a la salud pública.
Efectivamente, nos abocamos a escribir y solicitar una patente en cuanto al proceso y la obtención de extractos de “uña de gato” en cuanto a polifenoles, las proantocianidinas y las propiedades biológicas, evaluadas "in vitro" en el laboratorio.
MV: Ahora que menciona el proceso de patentamiento, el proceso de transferencia del conocimiento generado en las universidades a la sociedad es algo complejo ¿Cómo fue en su caso con la “uña de gato”?
MN: Con la asesoría de la Oficina de Transferencia de Tecnología del CSIC y de PROINNOVA de la Vicerrectoría de Investigación de la UCR, se concretaron las gestiones ante la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), lográndose el registro de una patente .
Estos esfuerzos, aunados a los de la empresa ALPULI S.A., quien luego de negociaciones en España y en Costa Rica, licenció la patente, permitieron el escalamiento a nivel industrial en España, del proceso de obtención del extracto desarrollado en la UCR.
Durante el largo periodo para esta producción industrial, existió realimentación en nuestro grupo BIODESS, de la Escuela de Química de la UCR, en cuanto a la calidad, contenido de los extractos y sus propiedades antioxidantes, de potencial beneficio para la salud.
Por otro lado, en mi posición "ad honorem" como vice-presidenta del Comité Experto de Plantas medicinales, Productos Botánicos y Suplementos Nutricionales de la Farmacopea de los Estados de Unidos de América, sé que es crucial la seguridad y la calidad de los productos que se comercializan, por lo que dimos suma importancia, en este caso, de que la producción a partir de la “uña de gato” costarricense, diera lugar a un producto de alta calidad rico en procianidinas y propelargonidinas, reconocidas por su aporte para mejorar el sistema inmune.
El producto encapsulado vio la luz en España, bajo el nombre "Nova Life", cápsulas "Nova Life", constituyendo el primer producto botánico derivado de un licenciamiento de la UCR que se comercializaba en Europa.
"Nova Life", ahora, va a comercializarse en Costa Rica y este continente. El producto representa un gran aporte de la UCR y del CSIC, así como de la empresa ALPULI, por los potenciales beneficios para la salud de los consumidores.
Es una cadena que implica desde el cultivo sostenible de la “uña de gato” en Pococí de Limón, hasta la producción industrial del extracto seco en polvo en España, y su posterior encapsulamiento, envasado, distribución y comercialización en ambos continentes.
Este camino constituye una muestra de lo que se puede lograr con la colaboración entre el sector público y privado, para beneficio de la población. No me queda más que agradecer a la UCR por posibilitar estos procesos, por trabajar en la construcción de alianzas que beneficien a la sociedad y también a las personas don Ronald Alvarado y doña Guadalupe Pulido, quienes, desde su empresa, ALPULLI, han trabajado todos estos años, superando muchos obstáculos para hacer realidad este exitoso proyecto, la comercialización a nivel internacional de "Nova Life".
El anuncio de la distribución de este desarrollo costarricense en Europa y su próxima distribución en Costa Rica se llevó a cabo el pasado 13 de mayo con la presencia de la vicerrectora de investigación de la UCR, Dra. María Laura Arias Echandi, la investigadora principal del proyecto la Dra. Mirtha Navarro Hoyos, el especialista en medicina ortomolecular el Dr. Alexis Naranjo y la pareja de empresarios cuya compañía licenció la patente a la empresa Alpuli S.A. de Ronald Alvarado Vindas y su esposa Guadalupe Pulido.