El 23 de diciembre del 2022 se produjo el lamentable fallecimiento de la M.Sc. Sandra Silva de la Fuente, profesora de la Facultad de Microbiología, investigadora del Centro de Biología Celular y Molecular (CIBCM), y miembra del Comité Ético Científico de la Universidad de Costa Rica.
Por medio de sus investigaciones y acciones, la M.Sc. Sandra Silva de la Fuente, investigadora de la UCR, contribuyó a lograr una transformación cultural en lo que respecta al reconocimiento de la paternidad de los hijos aplicando técnicas y procedimientos científicos.
Doña Sandra, o Sandrita, como le decían sus amigos (as), nació en 1956 en San José, Costa Rica. Cursó su Licenciatura Microbiología y Química Clínica de 1974-1979 y una Maestría en Fisiología Celular, con énfasis en Biología Molecular, de 1984-1988, en la Universidad de Costa Rica.
Como investigadora participó en numerosos proyectos en temas de genética humana, ciencias forenses, microbiología y parasitología. Fue autora de más de 35 artículos científicos en revistas de reconocido prestigio.
Como profesora, participó en la formación académica de un gran numero estudiantes de pregrado y posgrado en biología, microbiología, medicina y odontología, quienes siempre reconocieron su calidad humana y profesional.
Fue pionera en la instalación de la práctica de los exámenes de ADN (ácido desoxirribonucleico) para paternidad en el país, y promovió la Ley de Paternidad Responsable durante el gobierno de Miguel Ángel Rodríguez, logrando impacto a favor de la niñez costarricense.
En 2001, en reconocimiento de su importante labor, le fue entregado el premio “Aportes para el Mejoramiento de la Calidad de Vida”, que otorga la Defensoría de los Habitantes de Costa Rica.
Además, colaboró en investigaciones sobre la enfermedad bipolar, la artritis, y la enfermedad periodontal, logrando junto a su grupo de investigación, identificar mutaciones en genes que causan la amelogénesis imperfecta.
Durante su vida personal y profesional se destacó como una persona extraordinaria. Atrás deja una huella imborrable en todo aquel quien tuvo el honor de conocerla. Sus compañeros, compañeras y autoridades universitarias manifestaron su sentir en los siguientes mensajes:
La Dra. María Laura Arias, vicerrectora de investigación, y quien fuera su compañera y amiga durante muchos años, expresó lo siguiente:
“Hay personas que dejan huella en la vida de sus compañeros (as) y amigos (as), y la Dra. Sandra Silva dejó muchísimas huellas. Más allá de ser una gran docente e investigadora, Sandrita fue un gran ser humano, sensible, solidaria, transparente.
“Siempre fue una mujer sumamente valiente, luchó muchas batallas, pero sin perder ni por un momento su sonrisa, su positivismo, su amor por la vida, su fe, y así es como debemos recordarla.
“Es inevitable dejar caer una o varias lágrimas de pena cuando perdemos a alguien como Sandrita, con quien compartimos por muchos años nuestro diario vivir, muchas luchas, muchos anhelos. Muchísimas gracias por tu legado como investigadora, como persona y como amiga”.
Doña Sandra Silva ejerció su labor académica y científica en la Facultad de Microbiología, el Sistema de Estudios de Posgrado y el Centro de Biología Celular y Molecular (CIBCM), donde dejó una profunda huella.
Pérdida irreparable
“Expreso mi más sentido pésame a su distinguida familia por la irreparable pérdida. Las ideas y contribución de la Dra. Silva son eternas y su invaluable legado siempre estará presente. Gracias por tanto, la extrañaremos siempre”, manifestó la Dra. Karol Ramírez Chan, presidenta del Comité Ético Científico de la (CEC-UCR).
“Es enormemente sentida la partida de doña Sandra. Siempre se caracterizó por su trato humano, su carisma, su inquietud científica, así como también por su compromiso. Es imposible olvidar sus aportes como investigadora, docente y miembro del CEC. Muy agradecidos por todas las experiencias que tuvimos y lo mucho que aprendimos de ella”, comenta el Dr. Derby Muñoz Rojas, vicepresidente del Comité Ético Científico.
Por su parte, el Dr. Pedro León Azofeifa, genetista costarricense con amplio reconocimiento internacional, co-fundador del Centro de Investigación en Biología Celular y Molecular (CIBCM) y actual miembro de número de la Academia Nacional de Ciencias de Costa Rica, manifestó lo siguiente:
“La temprana partida de Sandra deja un vacío en la trama de científicos estudiando las enfermedades genéticas en nuestra población y de otros académicos amigos. Pero sobre todo deja un legado admirable de Sandra como hija, como hermana, como madre, como esposa y como amiga.
“Durante muchos años de colaboración y amistad esto siempre fue evidente. Nuestro sentido pésame a sus hijos Juan Carlos y Liliana y a su esposo José Luis. Celebramos su vida ejemplar, admirable y productiva, mientras compartimos su duelo.
“Doña Sandra nos deja el recuerdo de su alegría contagiosa, incansable sonrisa y positivismo. ¡Su memoria vivirá para siempre en nuestro corazones!”, manifestó el Dr. Azofeifa.