Desde sus orígenes, la Universidad de Costa Rica (UCR) constituyó un espacio propicio para generar conocimiento mediante la investigación. Los logros alcanzados en este campo a lo largo de su historia han contribuido al desarrollo científico nacional y al mejoramiento de la calidad de vida de la población costarricense.
En el 2019, el presupuesto para proyectos de investigación y para apoyar el trabajo de las unidades académicas en este campo alcanzó un monto superior a los ₡ 2 440 millones de colones, de acuerdo con datos de la Vicerrectoría de Investigación de la UCR
Esta trayectoria de la alma mater le ha valido ser reconocida como la fuente más importante del desarrollo científico y tecnológico del país.
Con sus laboratorios, centros de investigación y un cuerpo académico calificado, la UCR ha logrado calar en varios ámbitos de la sociedad. Esto le ha permitido alcanzar “un posicionamiento estratégico en el país”, como lo asegura el Dr. José María Gutiérrez Gutiérrez, docente e investigador jubilado de la UCR.
En su libro “Reflexiones desde la Academia. Universidad, ciencia y sociedad”, el científico manifiesta que si bien desde sus inicios la UCR centró sus esfuerzos en la formación de profesionales, “desde muy temprano brotó en la Institución la actividad de generación de conocimiento mediante la investigación”.
Para el vicerrector de Investigación de la UCR, Dr. Adrián Pinto Tomás, si bien el desarrollo de las investigaciones ocurre en un contexto limitado, por la escasa disponibilidad de recursos económicos y de tiempo para dedicarse por entero a esta actividad, Costa Rica destaca en la Región gracias a su sólido ecosistema de ciencia y tecnología para innovar, el cual ofrece soluciones propias a los problemas.
"En este momento, invertir en la investigación es lo que nos da esperanza, porque somos un país que ha podido encontrar en la ciencia soluciones a la principal crisis sanitaria de nuestra historia”, afirmó el Dr. Pinto.
A su criterio, dicho ecosistema es lo que le ha posibilitado a Costa Rica desarrollar la industria médica y convertirla en una de las principales fuentes de ingreso de divisas.
La clave para impulsar tal actividad ha sido el alto nivel profesional del talento humano y su formación humanista. Esto permite que la investigación esté al servicio de la sociedad y del bien común, enfatizó.
De no existir la UCR y la investigación científica que realizan las universidades públicas, se hubiera corrido el riesgo de que la actual pandemia se abordara con criterios políticos y no primara la evidencia científica para tomar decisiones.
“La pandemia se ha manejado de una manera científica en Costa Rica. Si bien la situación es muy difícil, la recuperación va a ser menos compleja, vamos a estar mejor preparados para la nueva fase de desarrollo del país y del mundo”, aseveró el Dr. Pinto.
La UCR en el 2019 tenía 1397 proyectos de investigación en marcha, correspondientes a las diferentes áreas del conocimiento.
El Vicerrector consideró que la inversión en investigación y desarrollo no puede estar sujeta a los vaivenes políticos, pues el respeto a la Constitución Política debe ser el principio orientador del presupuesto para la educación superior. “Esa apuesta que hicieron los constituyentes en 1949 ha rendido sus frutos ampliamente y es altamente responsable de nuestra calidad de vida”, subrayó.
Por medio de múltiples modalidades, la UCR transfiere el conocimiento generado a la sociedad y pone su experticia al servicio de los sectores sociales y económicos que así lo requieran, expresó la Dra. Marianela Cortés Muñoz, directora de la Unidad de Gestión y Transferencia del Conocimiento para la Innovación (PROINNOVA).
“Los resultados de la innovación y el conocimiento científico benefician a muchos actores de la sociedad, pues generan un impacto económico, social y ambiental positivo”, señaló la Dra. Cortés.
Esto implica que el trabajo de la Academia, junto con el sector productivo sea muy estrecho.
Para lograr que las personas se apropien del conocimiento científico, la UCR utiliza diversas vías, como por ejemplo la capacitación, publicación de artículos científicos, de artículos de opinión, participación en foros o entrevistas, atención a consultas de líderes políticos, proyectos de acción social en las comunidades y asesoría especializada, agregó.
PROINNOVA posee actualmente 32 casos de innovación transferidos de diversas áreas del conocimiento.
Estas iniciativas apoyan el desarrollo regional del país e impulsan nuevos procesos económicos y sociales de agricultores, artesanos, escuelas, asociaciones de desarrollo,cooperativas, municipalidades y emprendedores, entre otros.
Ambos académicos coincidieron en que el futuro traerá nuevas necesidades sociales y económicas que las universidades públicas deben ayudar a solucionar mediante la investigación en todas las áreas del conocimiento.