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Universitarios de Costa Rica se unieron a Marcha por la Ciencia realizada a nivel mundial

Karol Castro Ureña, ODI
24. 04. 17

Con cerca de 500 eventos alrededor de todo el globo, la Marcha por la Ciencia (March for Science) busca hacer un llamado sobre la importancia de la ciencia y de la investigación para el mundo. Costa Rica no se queda atrás en este reclamo.

En Costa Rica hubo una concentración en la Plaza 24 de abril de la UCR y una marcha hacia la Fuente de la Hispanidad (Foto ODI)

Fuente:
Cristian Araya Badilla.

Imaginar a Neil Armstrong cuando pisó por primera vez la Luna o a una química como Dorothy Crowfoot Hodgkin concentrada en su laboratorio en el estudio de la estructura de la insulina a través de rayos X puede resultar una tarea sencilla, si consideramos que son los retratos más usuales que asociamos al quehacer científico.

Imaginar, sin embargo, a esa misma comunidad de personas dedicadas a la ciencia tomar las calles y marchar para defender la importancia de lo que hacen, quizás no resulta tan simple. Pero está sucediendo.

Se trata de la Marcha por la Ciencia, una movilización que -según el criterio de los organizadores-  fue la mayor manifestación mundial en defensa de la ciencia, realizada el pasado 22 de abril, Día de la Tierra, pues se registraron más de 500 eventos similares en todo el mundo en la página de Internet de la Marcha.

Miles de científicos y científicas alrededor de todo el planeta se reunieron con el propósito de demostrar que la ciencia va mucho más allá de solo ecuaciones y conceptos complejos, y que su impacto en la vida cotidiana es mayor del que solemos estar conscientes.

No se trata de una marcha “de científicos para científicos”. La convocatoria incluyó tanto a personas que hacen ciencia, como a toda la sociedad civil, gente que crea en el conocimiento y que abogue por la creación de políticas públicas y la toma de decisiones basadas en evidencias científicas.

El evento principal se llevó a cabo en Washington, la capital de Estados Unidos de América, y también hubo otras marchas programadas a lo largo y ancho de ese país, donde se originó la iniciativa y cuya fuente de inspiración más inmediata es la Marcha de las Mujeres del 8 de marzo del 2017.

Convocatoria abierta

Costa Rica ha hecho eco de ambas manifestaciones. En el caso de la Marcha por la Ciencia la actividad fue impulsada por estudiantes universitarios y representantes de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica (FEUCR), con el apoyo de algunos profesores e investigadores de esta misma universidad y de otras universidades públicas, quienes se concentraron en la Plaza 24 de abril de la UCR, en su Sede Rodrigo Facio en San Pedro de Montes de Oca, de donde marcharon pacíficamente hacia la Fuente de la HIspanidad.

“Un reto ha sido que la gente de afuera no se sienta excluida, porque se puede creer que la marcha es solo para gente con cierto grado académico, y en realidad el panorama es mucho más amplio. A los científicos tratamos de explicarles que no es una marcha ‘quematarros’, ni nada agresivo”, explicó Mary Rojas, estudiante de biología y miembro de la Comisión de Ciencias Básicas de la FEUCR.

“No estamos marchando en contra de Trump”, agregó Andrés Beita, estudiante egresado también de biología y vocero de la marcha. “No es un asunto sobre políticos ni sobre científicos, es un asunto sobre ciencia, queremos visibilizar nuestro trabajo y empezar a mezclar la ciencia con la sociedad”, expresó.

Ciencia sin mordazas

De los científicos se sabe que la mayoría es un poco reacia a saltar al terreno político. Entonces, ¿qué los motiva a dejar los laboratorios y la academia?

La respuesta no es muy difícil cuando vemos que el presidente de uno de los países más poderosos del mundo (Estados Unidos de América), publica, en su cuenta de Twitter que el cambio climático es un invento de los chinos para restarle productividad a la industria estadounidense.

La llegada de Donald Trump a la presidencia de EEUU plantea un cambio en la dinámica de cómo, para qué y para quién se hace ciencia en ese país. Su evidente escepticismo en relación con la incidencia del ser humano en el cambio climático y los intentos por silenciar, manipular y detener las investigaciones sobre el tema fueron señales de alarma que la comunidad científica local e internacional decidió no pasar por alto.

“Una característica interesante de esta marcha, con este alcance global, es que ha permitido que muchos científicos tomen conciencia del papel que juegan la política y la economía dentro de, y para favorecer o no, el desarrollo y el conocimiento científico”, explicó el Dr. Ronny Viales Hurtado, director del Posgrado Centroamericano de Historia y coordinador del Programa de Investigación sobre Ambiente, Ciencia, Tecnología y Sociedad de la UCR.

Otra de las acciones de Trump que no pasó desapercibida es la elección de Scott Pruitt, también escéptico del cambio climático y defensor del petróleo, con un amplio historial de acciones interpuestas contra la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), al frente de esta institución.

A la lista de preocupaciones, la comunidad científica añade las restricciones migratorias, lo que limitaría el intercambio de conocimiento y el avance de proyectos que se hacen con universidades extranjeras; los recortes a los presupuestos para investigación y la normalización de los “hechos alternativos” para referirse a información falsa o imprecisa emitida desde el Gobierno.

“Un hecho alternativo no existe, es una mentira, y eso es lo que en gran medida, como científicos, la comunidad está tratando de combatir. Esta es una marcha por la verdad, por resguardar la rigurosidad y la importancia del método científico para descubrir la verdad”, expresó Carlos Alvarado Briceño, presidente de la Asociación Centroamericana de Aeronáutica y del Espacio (ACAE).

Una misión loable cuando nos enfrentamos a una época en la que los hechos comprobables y la evidencia parecen tener menor peso que lo emocional para formar opinión pública o tomar decisiones. Es la llamada era de la “post verdad”, un término elegido como la palabra del año 2016 por el diccionario de Oxford. La verdad, o lo que se puede demostrar como verdad, se volvió algo irrelevante.

Miles de científicos y científicas alrededor de todo el planeta se reunieron este sábado 22 de abril, Día de la Tierra, con el propósito de llamar la atención sobre el impacto de la ciencia en la vida cotidiana. En Costa Rica la manifestación estuvo liderada por la UCR.